Schitt´s Creek ha sido el bombazo de los premios Emmy entregados en la madrugada del pasado lunes. En total se llevó 7 premios de los grandes (mejor comedia, director, guion y los cuatro de interpretación); algo insólito la historia de estos galardones. Como suele ser habitual en los Emmy, no se suele premiar las primeras temporadas sino mas bien las últimas. Así sucedió, por ejemplo, con Breaking Bad o Juego de tronos. Hay que reconocer que esta serie ha crecido con el tiempo. En sus 6 temporadas iniciadas en 2015, los creadores han ido mejorando la fórmula con personajes más perfilados, ingeniosos y divertidos.
Dan Levy y su padre Eugene, que combinan las tareas de directores, guionistas y actores de la serie, conocen bien lo que cuentan y eso se nota en su desarrollo. Ambos conocen el mundo de la fama y su reverso: la cara B del cine y la TV. Solo hay que ver la filmografía de Eugene Levy; más de un centenar de títulos que ofrecen una fuente inagotable de inspiración para su caricaturesco personaje. Schitt´s Creek utiliza la misma materia prima que hace desternillantes en nuestro país muchos momentos de Paquita Salas o Muchachada Nui. La serie esta llena de detalles creativos desde la pretenciosa nomenclatura metacinematográfica del motel (“Rosebud”) hasta los estrafalarios vestuario de Moira, una Norma Desmond inmersa en un pueblo cateto con personajes muy Fargo.
El personaje que interpreta Dan Levy recuerda mucho al de Eric Stonestreet en Modern Family, pero su interpretación resulta excesivamente gesticulante. Cumple la misma función de ser un vehículo eficaz de la ideología de genero pero no es tan empático con el espectador. Mucho más medidos resultan el resto de personajes que acaban siendo entrañables y cercanos además de patéticos y muy simpáticos.
Firma: Claudio Sánchez