Creadores: Michelle King y Robert King
País: Estados Unidos
Intérpretes: Julianna Margulies, Chris Noth, Josh Charles, Archie Panjabi, Christine Baranski, Matt Czuchry
Duración: 7 temporadas; 135 capítulos de 45 minutos
Emisión en España: Fox TV, Canal Plus
Calificación: 8,5
Pónganse en pie
La ley de los Ángeles, Ally McBeal, Damages, Ley y Orden, Juzgado de Guardia… La lista sería infinita si quisiésemos recordar todas aquellas ficciones que desde los años 80 han centrado su atención en los juzgados y bufetes norteamericanos obteniendo audiencias sobresalientes en temporadas inacabables. Pero The Good Wife juega en otra liga. En la de Mad Men [1], Breaking Bad [2], Justified [3], House, Friends o The Wire.
The Good Wife es la historia de una mujer en momentos de máxima tensión. No sólo es una abogada de prestigio en uno de los bufetes más importantes de Estados Unidos, sino que además tiene dos hijos y un marido en la cárcel que no es precisamente un don nadie. Peter Florrick es el fiscal del Estado de Chicago y acaba de ser acusado de corrupción y de haber tenido relaciones extramatrimoniales con prostitutas.
El primer gran acierto de la serie es la elección de Julianna Margulies como protagonista absoluta. Con apenas 39 años esta actriz norteamericana de belleza muy personal empezó a componer en 2005 uno de los personajes televisivos más imponentes de la última década.
Inteligente y atrevida, esta mujer debe esconder sus sentimientos contradictorios entre perdonar a su marido o empezar una nueva vida con uno de los jefes del bufete, dedicarse de lleno a su familia o a su trabajo… Su interpretación es sutil y significativa, con una economía de gestos muy estudiada en la que destaca la elegancia y una femineidad muy atractiva y genuina. Además, su sensacional interpretación no ahoga al resto de personajes sino que más bien facilita su lucimiento. No es una actriz que roba escenas sino más bien un espejo en el que vemos con más claridad al resto de personajes. Casi nada.
El guion, que mayoritariamente firma el matrimonio King (Robert y Michelle), es verdaderamente ejemplar en sus diálogos salpicados de ironía inteligente y un conocimiento muy al día del sistema jurídico norteamericano y la vida de un abogado prestigioso. The Good Wife es una serie que tiene pocas lagunas, que no deja de crecer con el paso de las temporadas y que sabe manejar los tiempos y los giros para no dejar de ser sorprendente sin necesidad de acelerarse.
En cada capítulo habitualmente se cuenta un caso concreto a la vez que se mantiene el interés de varias tramas sentimentales de fondo. En este sentido sí que la serie no acaba de definir con los matices necesarios a unos personajes caracterizados por la arbitrariedad de sus relaciones sexuales inmediatas e inconstantes. Da la sensación que cada uno de ellos asume estas relaciones con la naturalidad y simpleza con la que leen un libro o cogen un ascensor. Evidentemente hay muchas personas que pueden vivir de esa manera; intentando disimular que todo va bien, pero al final a todo el mundo le cobran un peaje que no se resuelve con un buen whisky o un fin de semana esquiando en los Alpes.
Teniendo en cuenta esta limitación (por otra parte bastante habitual en las series norteamericanas), The Good Wife es un auténtico prodigio en su selección musical (nada que ver con el aburrido hilo musical que vemos en otra series), en el vestuario, fotografía y dirección artística. Todo transmite una elegancia que hace que la serie sea un verdadero placer visual y sonoro al servicio de unas tramas muy variadas en las que vemos los principales problemas de una sociedad moderna y democrática.
Por último se agradecen mucho los grises y claroscuros de un sistema que tiene aciertos notables, pero también injusticias y lagunas legislativas que aún quedan por resolver para evitar fraudes y trampas que resultan verdaderamente vergonzosas.
Claudio Sánchez