En los últimos meses, esta miniserie escrita y dirigida por Mike White (Iluminada, ¿Que fue de Brad?), ha sido uno de los estrenos más subrayados de HBO este verano. Después del éxito incontestable de Mare of Easttown, parecía que esta peculiar dramedia sobre ricos extravagantes en un resort veraniego era un menú creativo y de calidad. El diseño de producción y algunos diálogos sorprendentes pueden llevar a esa conclusión, aunque en realidad esta serie está muy lejos de ser imprescindible.
 
Desde el primer momento todo se centra en la vulgaridad y obsesividad de unos personajes que generan muy poca empatía con su egocentrismo existencial. Los giros en la trama obedecen a una previsible caricatura de forrados caprichosos, enfermizos y profundamente heridos de insatisfacción, superficialidad y escepticismo. Mike White carga la mano en lo morboso sabiendo que esos guiños en HBO son muy aplaudidos, alejándose de las aportaciones más valiosas y perdurables de su obra anterior.
Firma: Claudio Sánchez