La segunda temporada de la serie que emite Fox, ha vuelto a cosechar un gran éxito.  Con la fama que le precedía de serie revelación de la temporada tanto a nivel mundial como a nivel nacional, The Walking Dead tiene todas las papeletas de arrasar de nuevo y convertirse en un fenómeno de dimensiones mundiales, si no lo es ya. Ha llegado la “zombie-mania”.

El género de terror está en alza, quizás no sea mala apuesta para las productoras y cadenas estadounidenses (se recomiendan series como American Horror Story o Supernatural)

En su estreno mundial, en EEUU consiguió enganchar a más de 7, 3 millones de espectadores, y aumentar en casi un 40% los datos obtenidos en su primera temporada, tras la reposición completa de la primera temporada como preparación del estreno de la nueva temporada. En España este terrorífico fenómeno tampoco se ha quedado al margen, registrando un 2,1 %  del share en su estreno en el canal de emisión privado Fox España, es decir alrededor de 450.000 espectadores. Esta cifra hay que interpretarla teniendo en cuenta que la emisión no será publica hasta finales de noviembre, tal y como comunico la Sexta, la semana pasada.

A la luz de estas cifras, ¿qué es lo que hace a The Walking Dead, una serie de tanto éxito? ¿Cuál es su secreto? ¿Es sólo una serie de terror más? Estos interrogantes plantean muchas dudas acerca de la propia serie. Después de visionar el primer capítulo a uno le queda cierto gusto agridulce, una humanidad cercenada por una plaga de muertos vivientes, a punto de extinguirse y con unos pocos supervivientes tratando de escapar; con un protagonista  separado de su familia;… esto en cuanto al sabor agrio. El regusto dulce lo da una producción cuidadosa y milimétrica hasta los más mínimos detalles; unos efectos especiales y un maquillaje que dotan a la serie de una estética totalmente realista, cercana a la realidad; y por si fuera poco una trama, un argumento de peso, con historias reales, de amor, se compañerismo, camadería, de unión frente a las adversidades…casi haciéndonos olvidar a los zombis. El nivel de las actuaciones es también de una calidad pocas veces logradas, a nivel de otros éxitos universales como Lost o Prision Break. Los actores consiguen que uno lea entre líneas lo que expresan con un solo gesto de desesperación, de angustia o con una sola frase.

Quizás estemos ante una serie que a pesar de una temática surrealista, posee un equilibrio maravilloso en todas las facetas. Tanto en la argumental, como en la estética, a nivel interpretativo.

Sin dudad una de las series revelación, no de una o dos temporadas, sino de una década. La que comenzamos, va a ser recordada como la década de The Walkind Dead a nivel televisivo. Sólo queda alegrarse por la existencia de una serie como esta y sentarse a disfrutar de ella o más bien a  pasarlo de miedo.

Firma: Gonzalo Robador Arteta