MTV España ha estrenado la versión ibérica de “MTV Tuning”, programa en el que un conductora permite que su coche sufra una transformación radical. Tunear es eso: cambiar, modificar, alterar…Cambios que tienen que ver sobre todo con el aspecto, con el exterior, con la carcasa. Tu coche puede tener el motor de un 127 del año 1973, pero si lo tuneas como el dios del hip hop manda tendrás un carro que partirá con la pana y molará mazo. Los amantes del tuning pueden gastarse en su hobby todo el dinero que tienen, y también el que no tienen. Como los políticos, para que ustedes me entiendan. En un pueblo muy cercano al mío han construido un ambulatorio espectacular. Tiene varias plantas, más de 2.600 metros cuadrados de superficie y una fachada moderna de serena belleza. Pared con pared está, como un grano en el culo, el viejo ambulatorio, de una sola planta, diminuto, encalado, alicaído, con dos médicos atendiendo al personal. Podían haber tuneado el viejo ambulatorio, sacarle lustre, pero el Gobierno de Castilla La Mancha adjudicó las obras de construcción para uno nuevo en junio de 2009, por un importe de más de tres millones de euros, y con un plazo de ejecución de 18 meses. 24 meses después, el nuevo ambulatorio está terminado, pero aún no se ha inaugurado: no hay dinero, no hay personal, no hay voluntad. El nuevo ambulatorio envejece antes incluso de abrir sus puertas.

Seguimos en Castilla-La Mancha. María Dolores de Cospedal tiene que tunear la televisión autonómica cuanto antes. Estaba al servicio de Barreda, y ahora debe decidir entre ponerla a sus órdenes o privatizarla. Y que se ponga a sus órdenes. Un cambio que debe estar en la cabeza todos los nuevos presidentes autonómicos: no pueden tener al enemigo en casa. En los próximos días resurgirá con más fuerza que nunca el debate sobre los medios de comunicación públicos. ¿Son necesarios? ¿Deben ser privatizados?

Los medios de comunicación públicos no solo son necesarios, son imprescindibles. Escribo esto mientras veo de reojo “¡Que tiempo tan feliz! (Telecinco)… La televisión privada es tan mala, que la pública es necesaria. Televisiones públicas, sí, pero independientes y bien gestionadas, no como las actuales. Si Canal 9, Castilla-La Mancha TV, Telemadrid o la televisión autonómica andaluza despareciesen en este instante el ciudadano no perdería absolutamente nada. Ahorraría dinero.

Las televisiones autonómicas no pueden estar al servicio del partido en el poder. No pueden rellenar sus programaciones con películas mugrientas, corridas de toros y partidos de fútbol de tercera división, contenidos que solo sirven para justificar unos informativos tendenciosos y partidistas. Hoy lunes, en Castilla La Mancha televisión, a las 22:15, “gala musical taurina desde el Teatro Circo de Albacete, presentado por Constantino Romero y Mar Saura“, con actuaciones de Isabel Pantoja, Juan Valderrama, Francisco… ¿Televisión pública?

El problema, como siempre, no es lo público. Es la gestión de lo público. La culpa no es del concepto, una televisión libre de las ataduras comerciales al servicio del telespectador. La culpa es de los malos gestores, de los políticos incapaces y corruptos, de los empresarios privados que detestan la competencia.

Fuente: Javier Pérez de Albéniz (eldescodificador, 12.06.2011)

La televisión pública: un punto de vista