Mientras la ciudadanía se abrocha aún más los cinturones de seguridad ante los nuevos recortes que el Gobierno tiene previsto aprobar en una o dos semanas, recortes que deben traer de cabeza a los buscadores gubernamentales de sinónimos, símiles o metáforas para evitar lo de llamar al pan, pan, y al vino, vino, y a la espera de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se digne a visitar algunas de las 50.000 hectáreas calcinadas en la Comunidad Valenciana como gesto de solidaridad con los damnificados, una de las mejores cosas que se pueden hacer es contemplar la serie Pulseras rojas en Antena 3.

La emisión de sus dos primeros capítulos la convirtió en el programa más visto de ayer con 3.132.000 espectadores. La serie creada por Albert Espinosa y dirigida por Pau Freixas, programada previamente, y con gran éxito por TV 3, justifica sobradamente la aceptación popular. Es evidente que ver la mencionada serie no alivia los duros recortes que se avecinan pero supone un estímulo el comprobar que se pueden hacer bien las cosas, con profesionalismo y talento, incluso en las circunstancias más adversas.

Entre sus principales virtudes, además de huir del sentimentalismo barato que presumiblemente podía imaginarse al saber que la serie transcurre en una planta infantil de un hospital, hay que señalar la idoneidad de los diálogos y un casting excelente, lo que tiene aún más mérito pues los protagonistas de la serie son adolescentes. Que la clave de una obra de ficción bien hecha radica en el guión y en la elección de los actores encuentra en Pulseras rojas su absoluta demostración. A ello, por supuesto, hay que añadir una realización más que correcta y funcional, con una inteligente utilización de los flash back, y una espléndida caracterización de los personajes. Creo que Antena 3 se equivoca si persiste en emitir el resto de los capítulos de la primera temporada en uno de sus canales de TDT, previsiblemente en Nova. No son los mejores momentos para experimentar con la audiencia, como tampoco deberían insistir más en mencionar a Spielberg en la promoción del producto. Es un tanto a favor que el rey Midas audiovisual se haya fijado en la serie pero sus errores, sobre todo en el ámbito televisivo cada vez se equilibran más con sus aciertos. La serie es estupenda la compre, o no, Spielberg.

En fin, una semana más en la que los recortes atemorizan a la ciudadanía que encuentra en los tribunales de justicia algún pequeño alivio: en los próximos cuatro días, informa El País, los jueces tomarán declaración a una docena de altos cargos de la Generalitat valenciana e importantes hombres de negocios por tres de los escándalos más sonoros de la etapa presidida por el inolvidable Francisco Camps: el caso Urdangarin, la gestión de la Caja de Ahorros del Mediterráneo y el caso Gürtel. Quizá sea el momento de recordar aquella rotunda frase de Rajoy sobre Camps: “Paco, estamos contigo, como siempre. Y la historia será una historia feliz y yo siempre estaré detrás de ti, o delante o al lado. Me da igual”. Ojo con la ubicación.

Fuente: http://blogs.elpais.com/