Entrevista a Paco Aranda, experto en eSports

Paco Aranda es Rider Supply Manager en Deliveroo España. Graduado en Derecho y Economía bilingüe en la Universidad de Navarra. Actualmente estudia la industria de los videojuegos y su impacto económico y social en el plano de los eSports.

El mundo de los eSports

Lo primero de todo ¿Qué son los eSports? ¿Cómo han surgido?

Los eSports son videojuegos a nivel competitivo. En concreto, va de jugadores profesionales de los videojuegos más famosos compitiendo por ser los mejores. A esto hay que sumar eventos alucinantes con la presencia de patrocinadores, publicistas, desarrolladores de hardwares de la más alta calidad, comentaristas, abogados y hasta fisioterapeutas para los jugadores de nivel pro.

Los videojuegos siempre han existido, pero en Corea del Sur se dieron las circunstancias perfectas para convertirse en la cuna de los eSports. Entre ellas destacan:

  1. Infraestructuras óptimas en cuanto a velocidad de internet, subvencionadas por el gobierno tras la recuperación de la crisis financiera de finales de los 90;
  2. el pueblo coreano muy dado a los juegos de agilidad mental, unido a su cultura de disciplina y esfuerzo,
  3. y la amplia existencia de PC-bangs, una especie de cibercafés más sofisticados que los que conocemos, donde los jóvenes (sobre todo estudiantes) se reúnen para jugar videojuegos con los amigos.

 

Entonces si los eSports son videojuegos a nivel competitivo, ¿qué tienen en común esos videojuegos? / ¿cómo llegan a ser los videojuegos parte de los eSports

Generalmente, para que un videojuego llegue a ser parte de los eSports:

  • Necesita un desafío de habilidad, tiene que existir la competitividad, es decir, habrá mejores y peores.
  • Tiene que ser bonito, atractivo de ver, tanto para quien lo juega como para el espectador. El desarrollo tecnológico de hoy hace posible una calidad de gráficos alucinante.
  • Debe ser fácil de entrar a jugar: acccesible para todo el mundo.

 

¿Qué atractivo tiene ver a otros jugando a videojuegos, en eventos multitudinarios? ¿En qué se parece a una retransmisión deportiva?

Ver a los pros (así se llama a los jugadores de videojuegos profesionales) jugar a algo a lo que tú mismo has dedicado mucho tiempo, crea directamente una conexión. Hay curiosidad, ganas de aprender, fascinación por las jugadas que hacen. Lo mismo que cuando un adolescente futbolero ve a su equipo en acción.

Pero para experimentar esta sensación, al menos hay que entenderlo. A mí me pasó con el fútbol americano cuando estuve en Los Ángeles: no tiene sentido hasta que lo vas pillando… ¡imagínate si lo juegas!

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¿Los eSports se pueden considerar un deporte? ¿Tienen los mismos valores que cualquier deporte de toda la vida?

Depende qué se considere deporte. Me gusta compararlo con el ajedrez. Si piensas que el ajedrez lo es, entonces probablemente aceptarás que los eSports también lo sean.

Pienso que no serán considerados deportes olímpicos, o por lo menos en el corto plazo. Principalmente porque los videojuegos son creados por empresas privadas, que realizan constantemente actualizaciones o “parches” buscando siempre el equilibrio y apostando por la habilidad, la competición.

En los eSports, igual que en cualquier otro deporte, hay intensos y disciplinados momentos de entrenamiento y trabajo en equipo, siempre de la mano del entrenador.

Ser un pro no significa jugar todo el día: requiere mucho esfuerzo para mejorar la coordinación con los demás miembros del equipo, saber perder, no jugar siempre a lo que quieren, adaptarse, etc.

Una profesión atractiva para nuestros hijos

Antes los chavales querían ser futbolistas y parecerse a sus jugadores preferidos. Ahora Lolito, Ninja, Tfue, jugadores profesionales, son los nuevos ídolos de nuestros hijos ¿Es esto preocupante por los valores que les puedan transmitir o por el contrario puede ser una oportunidad?

Todavía se nota mucho el enfoque de los videojuegos como algo malo, sobre todo en aquella generación que no los ha jugado. Y es razonable por el poder de adicción que tienen. Pero al mismo tiempo, va creciendo la opción de dedicarse profesionalmente a ellos.

Algo propio de los hijos y más cuando son pequeños, es que tienen que soñar. Ya sea por ver jugar a Cristiano o a Faker. Tienen que saber que ambos caminos van a ser muy sacrificados, por lo que si demuestran talento y dedicación quizá no deberíamos frenarlos.

Eso sí, no vale ese argumento para jugar todo lo que quieran. Si quieres ser profesional, habrá que elaborar un horario en el que quepan los entrenamientos, pero también otras actividades. Dejará de ser un mero hobby para pasar a ser algo más ordenado, formarás parte de un equipo, tendrás objetivos y tareas que mejorar, etc.

 

Estamos hablando de torneos con premios de millones de euros. Esto puede provocar que nuestros hijos prefieran dedicarse a los videojuegos, en vez de estudiar para ejercer una profesión tradicional.

El dinero no debería ser la primera razón por la que nuestros hijos quieran dedicarse a los videojuegos a nivel competitivo. Porque la mayor parte de los premios se los llevan los mejores: no es una cuestión de suerte, hay que demostrar que eres realmente bueno.

Es importante saber detectar el talento, para hacer ver a tu hijo si tiene futuro o no. Yo recomiendo hablar con la gente que juega con él, sus amigos, el entrenador si lo hubiera. Ellos sabrán dar un punto de vista más objetivo.

 

¿Qué edad tienen los jugadores de eSports?, ¿tienen que dejar los estudios?

Es claramente un mundo de jóvenes. Si han jugado desde pequeños, a los 15/16 años ya muchos cuentan con habilidades de juego asombrosas. Y normalmente a los 25 años, los pros empiezan a retirarse, o antes incluso. Se retiran porque ya no tienen los reflejos que se necesitan. Pero muchos siguen trabajando en la industria como entrenadores, o influencers que hacen streaming y cuidan de su comunidad.

Es comparable a la fama, y sabemos que no es una vida fácil. A día de hoy es complicado compatibilizarlo con los estudios, aunque se intente.

Estados Unidos y Corea nos llevan la delantera, para lo bueno y para lo malo. Y es normal que, en algo tan joven que se mueve tan rápido, haya habido muchos errores. Pero en España se está llevando con más cabeza: se entrenan menos horas y se dedica más tiempo al coaching y al análisis. Pero todavía hay mucho por hacer y se espera que las incógnitas se vayan desvelando conforme se consolide la industria.

 

¿Qué riesgos pueden implicar los eSports?

Hay riesgos físicos que aparentemente pueden ser menos importantes, pero no hay que perderlos de vista: como las consecuencias de una mala postura, problemas en las muñecas y codos, etc, Pero imagino que a todos nos interesa más conocer sobre el riesgo de adicción.

En esto hay que diferenciar bien los videojuegos de los eSports. Los videojuegos por su increíble potencial de diversión, siendo relativamente accesibles por todo el mundo, tienen un alto riesgo de adicción. Más aún en menores que todavía no conocen sus límites.

Hay que prevenir adicciones con sentido común: estableciendo límites y normas claras (cuánto, cuándo y dónde jugar), enseñar a nuestros hijos a saber cortar con las partidas, supervisar el tipo de videojuegos, etc.

En los eSports, también es común este riesgo, pero no depende solo del jugador. Tiene mucho que ver el ambiente, el entrenador, el equipo que acompaña a los pros y las ideas con las que quieran enseñar. Es como los profesores: hay quienes se dedican meramente a impartir la materia y hay otros que van más allá… Es importante conocer bien a las personas a cargo de los hijos en este aspecto.

 

¿Qué les aconsejarías a los padres y madres que no saben qué decirles a sus hijos cuando llegan a casa diciendo que quieren ser jugadores profesionales o que les ha contactado un equipo oficial para firmar un contrato?

Les diría que se interesen por ese mundo: ya que si su hijo se ha llegado a plantear eso, es que es algo muy importante para ellos.

Diría que es exactamente lo mismo que cuando, hace algunas generaciones, un hijo decía que quería ser futbolista… Si la cosa va en serio, habrá que considerar cuestiones como la edad, la experiencia, el talento, su nivel de compromiso, madurez, etc. Y para eso hay que estar informados. Para aconsejar y advertirles de la mejor manera posible y que juntos (si la edad lo permite) puedan tomar la mejor decisión.