Por María Zalbidea / Redacción ATELEUS.

Cada vez más, entre los padres, surgen dudas a la hora de educar a los hijos en lo referente al uso de las pantallas: Internet, televisión, móvil o videojuegos…Y es que, es una realidad que las nuevas generaciones, ya conocidas como Generación Multimedia o Generación tic-tac, han puesto en entredicho las formas de educar tradicionales.

Los jóvenes de hoy en día son auténticos “nativos digitales”; han nacido y crecido con la tecnología siempre a su alcance y tienen nuevas formas de hacer casi todo: relacionarse, comunicarse, aprender, divertirse… Por eso, los padres y educadores debemos subirnos a este tren digital y conocer bien a la nueva generación que avanza y que vive en nuestros hogares si queremos enseñarles a hacer un uso adecuado y responsable de las pantallas.

Con las vacaciones de Navidad a la vuelta de la esquina, se presenta una buena oportunidad para plantar cara a las nuevas tecnologías y minimizar esa “brecha digital” que quizá nos separa de nuestros hijos. Aprovechemos que vamos a pasar más tiempo con ellos y saquemos el mayor partido al tiempo libre. Repasamos algunos consejos básicos para crear “hogares tecnológicos responsables”.

En cuanto a la Televisión

1. Conoce qué les gusta ver a tus hijos: de esta forma conoceremos mejor su personalidad, sus aficiones, sus gustos y nos acercará a ellos. También nos hará descubrir el porqué de algunos de sus comportamientos en la escuela, con la familia o los amigos…

2. Pon unas reglas claras de uso: cada hogar establecerá las suyas pero todos los miembros de la familia deben conocerlas. Si se decide sólo ver la televisión durante el fin de semana, de lunes a viernes no habrá riñas por encenderla. Los hijos deben saber cuándo y cómo se ve la televisión y lo respetarán y valorarán a largo plazo.

3. Ve la televisión con ellos: ver la televisión en compañía es mucho más gratificante y surgirán temas de conversación que quizá de otra forma nunca surjan. Disfrutemos de ver la televisión en familia, para ello habrá que escoger contenidos adecuados a cada edad.

4. Fomenta actividades complementarias: no olvidemos la necesidad que tienen los jóvenes de hacer actividades igualmente atractivas y gratificantes que las pantallas que favorezcan sus aficiones deportivas o artísticas, y que complementen la formación que reciben en la escuela.

5. ¡Cuidado! ¿Dónde la colocas? En muchos hogares ya hay más de 2 y 3 televisiones, por lo que es fácil que los jóvenes tengan una en su propia habitación. ¿Te has  parado a pensar qué uso hacen de ella cuando no estás delante? ¿a qué hora y qué es lo que demandan? Ayudemos a forjar su criterio a la hora de seleccionar los contenidos.

Internet:

Según los expertos, Internet se coloca por delante de la televisión en las preferencias de los niños y adolescentes. Concretamente, cuatro de cada diez jóvenes tiene página web propia o es generador de  contenidos digitales, y el 70% asegura utilizar las redes sociales. ¿Qué debes tener en cuenta?

1. Conoce el medio y descubre sus posibilidades: rompe ese miedo a las nuevas tecnologías y hazte usuario de Internet: tus hijos te lo agradecerán. Encontrarás más vínculos de unión con ellos y disfrutarás de las posibilidades que te brinda  a nivel personal, laboral y familiar.

2.       Se tú su referencia: si para la vida real los padres intentamos ser su mejor referencia, no perdamos la batalla de Internet. A los jóvenes les sobran conocimientos sobre la red pero les falta nuestra experiencia como adultos. Ellos vigilarán también qué uso hacemos nosotros de Internet.

3. Navega con tus hijos; aprovecha para compartir inquietudes, aficiones, música, juegos… es recomendable que no naveguen siempre en solitario, sino que cuenten con nosotros para hacerlo. Que Internet sea un medio no un fin.

4. Adviérteles sobre los peligros: enséñales a interiorizar que, lo que no hacen en la vida real, no lo hagan cuando están en Internet. Los tres principales riesgos en Internet son: la exposición a contenidos nocivos, la excesiva dedicación horaria y la posibilidad de contactar con personas potencialmente peligrosas para su integridad física o psíquica.

5. Sitúa el ordenador en un lugar común de la casa: de esta forma lo podrá usar cualquier miembro de la familia y se podrán poner en práctica estas recomendaciones.

6. Utiliza ayudas tecnológicas: aprovecha los servicios básicos de filtrado de contenidos que tu propia operadora podrá facilitarte, con el fin de restringir el acceso a contenidos no deseados (violencia, pornografía, etc.) permitiendo ver sólo lo que nos interese.

Móvil

1.      Pensad juntos en la necesidad del móvil: que sea una decisión meditada, que la tecnología no entre en nuestras casas por terceros, sino porque consideramos que ha llegado el momento y hay una necesidad real. Como decía un experto los móviles nacieron para facilitar la comunicación con los que estaban lejos y realmente está entorpeciéndola con los que estamos cerca. Vigilemos el uso que hacen de él y enseñemos a utilizarlo de forma responsable.

2.     Selecciona un móvil acorde a su edad y necesidades: una vez que se decide comprar un móvil a un hijo, es recomendable escoger uno adecuado a su edad y con las aplicaciones propias para ella. Las operadoras disponen de terminales específicos para los jóvenes donde los servicios, juegos o herramientas están controlados o adaptados a ellos.

3.     Controla el gasto y hazle responsable: enseña a controlar el gasto del móvil y su correcto uso haciendo que sean ellos mismos quienes se lo paguen o contribuyan a ello.

Videojuegos

Para medir el uso de los videojuegos en los hijos los expertos recomiendan tener en cuenta las siguientes premisas:

1.      Vigila el tiempo de juego: los videojuegos está reconocido por los jóvenes “enganchan” por lo que habrá que limitar su uso y dedicarle un tiempo concreto. Algunos autores sugieren no dedicar más de tres o cuatro horas a la semana a la práctica de esta actividad. sugieren no dedicar más de tres a cuatro horas a la semana a la práctica de esta actividad. Algunos autores sugieren no dedicar más de tres a cuatro horas a la semana a la práctica de esta actividad.Algunos autores sugieren no dedicar más de tres a cuatro horas a la semana a la práctica de esta actividaAl principio el empleo de los videojuegos se hace de forma esporádica, a continuación la frecuencia aumenta hasta hacerse prácticamente diaria. En este momento la situación es de alto riesgo, advirtiéndose repercusiones sobre otros aspectos de la vida ordinaria. Si la adicción a los videojuegos va a más, el jugador puede acabar convirtiéndose según algunos autores en un verdadero ludópata.Algunos autores sugieren no dedicar más de tres a cuatro horas a la semana a la práctica de esta actividadAlgunos autores sugieren no dedicar más de tres a cuatro horas a la semana a la práctica de esta actividad

2.     Compártelos con ellos: al igual que el resto de las pantallas su uso en familia enriquece a cada uno de los jugadores. La proliferación en el mercado de juegos en grupo facilita a los padres integrarse en esos ratos de “ocio digital” y disfrutar junto a ellos.

3.     Conoce sus contenidos: a pesar de que hay muchos videojuegos excelentes también encontramos en las tiendas algunos cuyos contenidos son inadecuados con altas dosis de violencia, sexo o incitación al consumo de drogas. Acompaña a tus hijos a comprar los videojuegos, lee las valoraciones de los fabricantes. Ellos mismos reconocen que si sus padres conocieran su contenido en algunas ocasiones no les dejarían utilizarlos.

4.     Dónde están situados: de la ubicación de las consolas en el hogar puede depender el conocimiento y seguimiento que hacen los padres del uso que hacen de los videojuegos.

(Artículo publicado en «Noticias Hirukide», Federación de Asociaciones de Familias Numerosas de Euskadi)