Languing: la red social de intercambio de idiomas

El número de redes sociales se ha vuelto prácticamente incontable. Algunas más conocidas que otras, todas ellas hacen que sus usuarios estén constantemente conectados. Alabadas y criticadas al mismo tiempo, ya forman parte de la vida de millones de personas en todo el mundo y, cada vez más, se busca su papel práctico y profesional.

Esto es, precisamente, lo que pretende «Languing», una plataforma para que el aprendizaje de idiomas se convierta en sencillo y ameno. Su creador, el valenciano Alejandro Sahuquillo, es un arquitecto y farmacéutico de 33 años que ha vivio en Estados Unidos, Italia, República Checa y Rusia, aprendiendo todas sus lenguas. «Me di cuenta de que esto había sido gracias a la posibilidad de practicar con personas, a las relaciones sociales, por lo que pensé que el resto de gente también debería tener esta oportunidad aunque no vivan en el extranjero», explica.

La respuesta, lógicamente, la halló en la tecnología y puso en marcha el pasado mes de mayo Laguing, que por el momento cuenta con un centenar de inscritos. El registro se realiza de forma gratuita y es similar al de cualquier red social: elaborar un perfil con el idioma que interesa aprender y los intereses laborales y personales. Sin embargo, esta plataforma tiene una peculiaridad, y es que se concibe como un intercambio de información, de modo que el usuario también se compromete a enseñar su lengua a quien lo solicite.

«No se trata únicamente de estudiar un idioma online, sino también de practicarlo bien y hacer contactos a nivel profesional. Si encuentras a personas de tu mismo sector puedes ampliar vocabulario técnico relacionado con él», apunta Alejandro.

Las posibilidades son diversas: chats, foros, mensajes privados y, sobre todo, videoconferencias. El usuario debe informar de la disponibilidad a la espera de la solicitud del interesado en intercambiar información.

El perfil de los inscritos suele ser el de personas en activo, aunque esperan que aumente el número de universitarios. Hasta el momento, existen de doce países diferentes que pueden enseñar 16 lenguas. Además, cuentan con una vía abierta con empresas que quieran formar a sus trabajadores.

El sistema funciona a través de puntos, detalla Alejandro: «Partes de una determinada cantidad, de forma que cuando enseñas recibes más y cuando aprendes los das, todo en función del tiempo y la calidad». Una forma de conseguir equilibrio en forma de compensación. Como afirma el fundador de Languing, el mejor modo de unir las dos claves de la nueva era de la educación: personas y tecnología.

Fuente: Rosana B. Crespo (www.abc.es)