No todo es fabuloso, pero…

Segunda entrega legopeliculera, donde las aventuras que viven los personajes y la falta de armonía imperante tienen que ver con los modos distintos que tienen de jugar con las piezas de construcción del hermanos, el chico ya casi un adolescente, y ella una niña.

Ha pasado el tiempo en Bricksburg, pero a pesar de que Emmet, con su proverbial optimismo, sigue cantando aquello de que «Todo es fabuloso», la realidad es un poco diferente. Unas piezas alienígenas de construcción, han llegado desde Lego Duplo al más puro estilo timburtoniano de Mars Attacks! con aquello de «Venimos en son de paz», mientras siembran el caos. De modo que han derribado edificios y convertido aquello en un paisaje postapocalíptico tipo Mad Max. En tal tesitura Lucy se ha vuelto una chica dura, y considera que los planes de Emmet para vivir felices en una casita son una quimera. Pero la gente de Lego Duplo, que retiene a los legosuperhéroes de la Liga de la Justicia, tienen un plan para recuperar la paz. La Reina que puede adoptar cualquier forma les invita a una boda real. Lo que no sabe Batman es que la idea es que sea algo más que un invitado.

Phil Lord y Christopher Miller repiten como guionistas en el nuevo, oeri han preferido apartarse de la dirección del film en beneficio de Mike Mitchell, que estuvo detrás de Trolls y Shrek: Felices para siempre. De nuevo estamos ante un film muy dinámico, con una parte breve de actores de carne y hueso, donde se aboga por la unión familiar dentro de las típicas discusiones fraternales o papá que se quita de en medio dejando las tareas incómodas a mamá. Precisamente la rivalidad entre hermanos es la que justifica ingeniosamente la trama que se inventan con sus juguetes, donde chocan dos visiones de Lego. En la dominante parte animada hay un ritmo trepidante, en que se ha logrado un manejo casi perfecto de los ladrillos de construcción, y el modo en que se destrozan las estructuras. Además está muy presente un característico sentido del humor, marca de la casa, gamberro dentro de unos estudiados límites, y con muchísimos guiños cinéfilos y bromas con los superhéroes. Quizá algunos pasajes de acción son un poco reiterativos, pero el conjunto asegura de sobras la deseada diversión.