Ray (2004)

La música es ciega

Si hay un género capaz de evidenciar las debilidades del cine a la hora de ahondar en las interioridades del ser humano, ése es el llamado biopic, historias que pretenden abarcar y hacer balance de lo que ha sido la vida de una persona real. El mayor elogio que cabe hacer de Ray es que nos lleva extraordinariamente cerca de Ray Charles Robinson (1930-2004), leyenda musical que aunó estilos tan variados como el jazz, el rythhm & blues, el gospel, el rock & roll e incluso el country. Taylor Hackford (director de Noches de sol y Prueba de vida, y productor de Cuando éramos reyes) evita entregar una serie de retazos biográficos, cosidos con más o menos esmero, gracias al sólido guión de James L. White.

Antes de su muerte, el propio Ray Charles dio luz verde al film. Lo que no significa que se caiga en la pura hagiografía, pues se aborda su descenso a los infiernos con sinceridad, no reñida con la elegancia. Pero sobre todo se intenta contar una historia de superación, gracias a los apoyos adecuados; la realización, una vez más, del sueño americano, con actos que redimen, como el significarse en la lucha por la igualdad racial. Jamie Foxx hace una gran caracterización del genial músico, a lo largo de todo el metraje. Y los demás actores, sin duda secundarios, están a su altura, con mención especial para la desconocida Sharon Warren, que compone una madre inolvidable.

Cosas que hacer antes de morir

10 de junio de 2004: fallece Ray Charles con 73 años. 12 de septiembre del mismo año: tiene lugar la primera proyección público del film basado en su vida, en el Festival de Toronto. Quien había dicho que “el soul es una forma de vivir, pero siempre es la forma más difícil” había dado su consentimiento al proyecto, y de hecho su hijo Ray figura como coproductor. Al decir de todos hubo completa libertad para abordar la historia, y según Taylor Hackford el momento más ‘emocionante’ fue cuando tradujeron el guión al braille y se lo dieron a leer a Ray Charles: “Esperamos ansiosos su respuesta. Sólo exigió dos cambios, ambos de tipo factual y ninguno relacionado con los aspectos más polémicos de su vida. Resultó un colaborador fantástico, duro y exigente, pero que no nos pedía más de lo que se pedía a sí mismo: compromiso y perfeccionismo.” En una entrevista Ray aseguro que Taylor “ha captado bastante bien mi vida. Me gustaría que la gente entendiera las tribulaciones que sufrí desde que era niño y hasta que me centré en mi carrera. (…) Quiero que la gente vea que uno puede superar la adversidad si se empeña.”

Ver más https://decine21.com/peliculas/ray-393