
Spider-Man 2 (2004)
¡Una de pulpo!
Esta vez su seguro servidor, el hombre araña, se subirá literalmente por las paredes con la aparición de un peligroso supervillano: el doctor Octopus. Ésta es la identidad que toma Otto Octavius, profesor y amigo de Peter Parker, el hombre araña. Un experimento fallido de Octavius con antimateria provoca la muerte de su esposa, y que unos sofisticados brazos mecánicos inventados por él se queden adheridos a su espalda. Estos hechos conmocionan tanto al científico, que pierde la razón y se convierte en un monstruoso delincuente. Para desgracia de Spider-Man, que está intentando dejar de ser un superhéroe, porque su doble vida apenas le deja tiempo para los estudios que acaba de iniciar en la universidad, su trabajo como fotógrafo del Daily Bugle, y el tener que ejercer incluso de repartidor de pizzas para poder llegar a fin de mes.
Sam Raimi, director de las dos entregas, ha sabido captar sobre todo la humanidad del personaje central, el secreto que ha hecho de Spider-Man un cómic que continúa teniendo éxito cuatro décadas después de su creación. Pero también están llenos de la misma humanidad los secundarios. Harry Osborn, hijo del Duende verde de la primera parte, ofuscado por el odio hacia Spider-Man. Jonah J. Jameson, más conocido como J.J.J., malhumorado pero en el fondo entrañable director del periódico. La tía May, hiperprotectora de su sobrino pese a que éste es un superhéroe. Y sobre todo, Mary Jane, a quien por su importancia le dedicamos su propio recuadro más abajo. Y, por supuesto, el doctor Octopus.