
Huérfanos de Brooklyn (2019)
En busca de la verdad
En el curso de la investigación de un caso, Frank Minna, jefe de una agencia de detectives, es tiroteado y acaba muriendo tras ser auxiliado por uno de sus hombres, Lionel Essrog, el cual era uno de sus protegidos desde que Minna le conoció en un orfanato de Brooklyn. Essrog es un tipo singular, pues padece una rara enfermedad nerviosa llamada Síndrome de Tourette, por la que tiene una infinidad de tics y se siente obligado a hablar sin freno e inoportunamente. Pero Lionel es también un tipo inteligente, detective perspicaz y tenaz, que le tenía cariño a Minna y que está decidido a llegar al fondo del asunto.
Gran parte del gancho del film es la caracterización de su protagonista, Lionel Essrog. Curiosamente, Edward Norton se dio a conocer en el cine con un personaje de desdoblada personalidad en Las dos caras de la verdad, por el que fue nominado al Oscar, y en otra de sus películas más recordadas, The Score, también su personaje jugaba al despiste con su comportamiento. Aquí sus brotes psicóticos son constantes, a veces muy divertidos, y Norton vuelve a demostrar que integrar personalidades múltiples sigue siendo una de sus especialidades. Quizá puede achacarse al film que algunos personajes, como los compañeros de oficina de Lionel, queden algo desdibujados, pero otros, como el poderoso político Moses Randolph (notable Alec Baldwin), la activista civil Laura Rose (Gugu Mbatha-Raw) o el ingeniero interpretado por Willem Dafoe, resultan lo suficientemente estimulantes. Estupenda música de Daniel Pemberton.