Exodus: Dioses y reyes (2014)

Los diez mandamientos redux

Ramsés y Moisés han sido criados como hijos del Faraón de Egipto. Y aunque éste siente un afecto natural mayor por el segundo, por sus mejores cualidades humanas, sólo el primero lo es de verdad. Cuando Ramsés sucede a su padre, el descubrimiento de que Moisés es hijo de hebreos, miembro del pueblo de Israel al que tiene esclavizado, manda a quien fuera como un hermano al exilio. Para Moisés su nueva vida en una sencilla comunidad pastoril será como una revelación, a la que se suma una auténtica teofanía, Dios le habla exponiéndole los planes que tiene para él.

Estructuralmente el guión firmado por Adam CooperBill CollageJeffrey Caine y Steven Zaillian está construido alrededor del antagonismo-rivalidad-afecto fraterno de Moisés y Ramsés, un tema con el que Ridley Scott parece haber enganchado especialmente, no en balde él estaba muy unido a su hermano Tony, también director, que se suicidó hace dos años, y a quien dedica el film. Y por otro lado, se encuentra todo el conflicto interior de Moisés, su viaje y peregrinación de autodescubrimiento, acerca de quién es y lo que debe hacer, con la especial intimidad que le une a Dios, cuyas acciones, a veces terribles, no siempre entiende o comparte, aunque se dejará ganar y guiar por la fe –frente a la tentación de confiar en su pericia militar–, para poder hacer luego lo propio con los hebreos, ejerciendo de auténtico líder. Christian Bale hace un magnífico trabajo, y su némesis, interpretado por Joel Edgerton, también entrega una gran actuación.

Estos mimbres fuertes pueden afectar al hecho de que otros sean más livianos, pues algunos personajes se encuentran bastante desdibujados, apenas trazados con un par de líneas. Los que mejor logran superar este handicap son tal vez John Turturro, el Faraón padre, y María Valverde, la esposa de Moisés, el resto –Sigourney WeaverAaron PaulBen KingsleyHiam Abbas…–, simplemente, están ahí, con su poderosa presencia.

Pero verdaderamente el capítulo en que el film se muestra verdaderamente sobresaliente es el visual, que acrecienta el carácter de epopeya de la cinta, y donde da “sopas con honda” a la reciente Noé. Ridley Scott usa bien el 3D para dar profundidad a las escenas de masas, y los efectos especiales y el diseño de producción nos sumergen de lleno en el antiguo Egipto y en el desierto, las plagas y el paso del mar Rojo son de una increíble espectacularidad, con elementos como las gaviotas en el cielo encapotado que conceden a los planos un aire muy especial.

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