Primera plana (1974)
Un condenado a muerte se ha fugado
Hildy Johnson, reportero estrella del Chicago Examiner, está a punto de dejar su profesión para casarse con Peggy Grant, el amor de su vida. Cuando acude a despedirse, su jefe, un tipo sin escrúpulos, convence a Hildy de que retrase ligeramente su partida para acometer un último reportaje. Consiste en cubrir al ejecución de un infeliz. No está claro si asesinó a un policía, pero con su ejecución el alcalde cree que ganará puntos ante las elecciones.
Billy Wilder, que había sido reportero durante su juventud en Viena, disecciona el mundo del periodismo, en esta tercera adaptación de la obra teatral homónima de Ben Hecht y Charles MacArthur, anteriormente llevada al cine por Lewis Milestone y Howard Hawks (que convirtió a Hildy Johnson en una mujer). Aborda con mucho sarcasmo, pero con suma elegancia y diálogos irrepetibles, temas que siguen en voga, como la ética profesional, la injusticia y el juego sucio en el mundo de la política.
El inolvidable Eggelhofer
Cuando ejercía como periodista, Wilder intentó entrevistarse en su consulta con Freud, que al enterarse de su profesión, le echó a patadas de la consulta. Wilder se vengó parodiando en esta película a Freud, mediante el hilarante secundario Max J. Eggelhofer, psicoanalista que va a hablar con el reo. Con sus teorías sobre los complejos infantiles, da pie a la fuga de éste.