El peor vecino del mundo (2022)

 

Vivir y morir siendo viudo y jubilado

Érase un hombre a una película enamorado. Eso podría pensarse de Tom Hanks, que produce con su esposa Rita Wilson el remake de la cinta sueca Un hombre llamado Ove, que partía de una popular novela de Fredrik Backman. Se reserva, cómo no, el goloso personaje protagonista. Se trata de Otto, un viudo ya mayor muy enamorado de su fallecida esposa, pero algo asocial y amargado, que gruñe a todas horas, y que al ser forzado a jubilarse, ha tomado la terrible decisión de suicidarse. Pero en el fondo no es mala persona, y cuando intenta quitarse la vida, siempre se asoma algún vecino pidiendo ayuda; y aunque refunfuñando, le presta el requerido servicio, frustrándose por el momento sus fatales intenciones.

Marc Forster ha sido el encargado de trasladar la agridulce trama a Estados Unidos, y en general se ajusta al original, aunque perdiéndose algo del sentido del humor negro y macabro, probablemente bastante nórdico, y concediendo menos espacio a los flash-backs, donde se recuerda la bonita historia de amor del protagonista.

Se han introducido variaciones anecdóticas –los nuevos vecinos son hispanos en vez de iraníes, asoma la inmediatez y presión del periodismo de redes sociales…–, o adaptándose a los “nuevos tiempos” –“mensajito” a cuento del protagonista ayudando a un joven transexual, ex alumno de su esposa acostumbrado al rechazo de los intolerantes–. Pero permanece lo esencial, la satisfacción de ayudar a los demás, y no encerrarse en el propio yo, lo que se logra en la familia, y tratando con humanidad a la variada fauna que suele componer el vecindario. También tienen importancia las visitas de Otto al cementerio, a la tumba de su esposa, para contarle cómo van las cosas.

A quien conozca el film de Hannes Holm, el nuevo le aportará poco, aunque siempre da gusto ver trabajar a Hanks. Y tiene cierto encanto la interpretación de la vecina hispana, estupenda Mariana Treviño, a quien en España tuvimos ocasión de ver en el film Los Rodríguez y el más allá.