Todos los años pasa igual. Este 2011, por la redondez de la efeméride -treinta años justos-, quizá con más vehemencia. Siempre que el calendario marca el 23 de febrero, y eso pasa con fatídica periodicidad anual, nuestros canales nos obsequian con algún material sobre el golpe del 23-F. Este curso ha abierto la carrera TVE-1 en ‘Informe Semanal’, dando especial protagonismo al jefe de la casa, Alberto Oliart. Un día después, La Sexta proponía un ejercicio de heroísmo retrospectivo bajo el título ‘¿Dónde estabas tú el 23-F?’. Antena 3, por su lado, ha optado por recuperar viejos trabajos de investigación que, a falta de novedad, al menos pueden blasonar de calidad, porque están muy bien hechos. Algo es algo. Personalmente, con lo que más me he divertido ha sido con el programa de La Sexta, quizá porque es el relato más ingenuo de todos: siempre resulta simpática esa carrera por acumular méritos de ‘luchador antifascista’ desde la más tierna infancia. Por lo demás, el balance de estos programas casi siempre es el mismo: todos los entrevistados dicen que ya se sabe lo fundamental y a la vez todos dicen que faltan muchas cosas por saber. En realidad esto solo se puede contar de dos maneras. Una, la oficial hasta fecha reciente, dice así: a la altura de 1981, un grupo de militares franquistas conspiró contra la democracia, promovió un golpe de Estado que fue una chapuza y el Rey, en el último momento, intervino para salvar las libertades. La otra manera, que se va abriendo paso lentamente, se enuncia de este otro modo: en un ambiente de alta tensión institucional y en medio de una grave crisis política, un sector del Ejército dio un golpe de Estado cuyas motivaciones siguen sin estar enteramente claras, con anchas ramificaciones políticas, y que finalmente se deshizo cuando el Rey obtuvo el apoyo de las Fuerzas Armadas. De una versión a otra va un amplio trecho. La tele ya no es unánime a la hora de contarnos la primera historia -eso se agradece-, pero tampoco termina de definir la segunda. Habrá que esperar al año que viene.

Fuente: JOSÉ JAVIER ESPARZA (El Diario Vasco, 23.02.11)