Francia, siglo XVII. El joven y humilde D’Artagnan llega a París dispuesto a seguir los pasos de su padre y convertirse en un mosquetero del rey. Luis XIII gobierna el país bajo la influencia del ambicioso cardenal Richelieu, quien espera el momento oportuno para derrocar al monarca y acceder al poder. Para ello organiza un complot de dimensiones internacionales contra la reina. D’Artagnan tratará de impedir que Richelieu lleve a cabo sus planes, y en su misión contará con la inestimable ayuda de Athos, Porthos y Aramis, tres veteranos mosqueteros que viven retirados desde que el cardenal desmanteló la guardia real.
Director: Paul W.S. Anderson
Intérpretes: Logan Lerman, Luke Evans, Ray Stevenson, Matthew Macfayden, Milla Jovovich, Orlando Bloom, Christoph Waltz
Guión: Alex Litvak, Andrew Davies
Duración: 110′
Género: Aventuras
Estreno dvd: 07/03/2012
Público: +12
Valoración: **
Contenidos (de 0 a 6):
Humor: 2
Acción: 4
Amor: 1
Violencia: 3
Sexo: 0
Crítica:
En 1911, James Searle Dawley estrenó en dos partes la que sería la primera adaptación de la novela de Alejandro Dumas Los tres mosqueteros. Después de un siglo y de decenas de versiones para cine y televisión (entre las que sigue sobresaliendo la de George Sidney y Gene Kelly de 1948), Paul W.S. Anderson recurre a las cada vez más frecuentes técnicas en 3D para recrear de nuevo las aventuras de los más famosos espadachines de la ficción. Anderson cuenta con una filmografía que se mueve entre la ciencia ficción y la estética del videojuego, precedentes poco prometedores para recuperar el espíritu clásico de Dumas.
La cinta opta con descaro por el efectismo y la espectacularidad, cediendo todo el protagonismo y peso del metraje a las posibilidades ofrecidas por un presupuesto millonario puesto al servicio de una técnica que tiene en el exceso su único resultado. Desde el primer minuto, los guionistas se conceden licencias cuyos límites solamente son definidos por los efectos especiales y por una creatividad que roza lo infantil, en algunos momentos, y lo ridículo, en otros. A todo esto, el argumento queda reducido a cuatro pinceladas de la historia original, y no es, precisamente, por falta de material sobre el que trabajar.
No es la primera vez que el tradicional subgénero cinematográfico de la capa y espada sufre modificaciones en el cine moderno. Disney probó una fórmula que guarda ciertos paralelismos con la del film de hoy en Piratas del Caribe, con algo más de fortuna. En esta ocasión, poco puede salvarse de una producción muy lujosa en su envoltorio pero con mucha pobreza de ideas.
Fuente: Juan Xipell (www.taconline.net)