En el otoño de 2011 un equipo de rodaje viaja al recóndito valle de Baztan para hacer una película sobre unos oscuros hechos que ocurrieron a principios del siglo XVII. Mientras ruedan y comparten vidas con los vecinos – algunos de ellos actores en la película – descubrirán una discriminación racial que sigue presente en la vida del valle después de más de diez siglos.
Director: Iñaki Elizalde
Intérpretes: Carmelo Gómez, Unax Ugalde, Kandido Uranga, Txema Blasco, Joseba Apaolaza, Ramón Agirre, Jose Ramón Argoitia
Guión: Michel Gaztambide, Iñaki Elizalde
Duración: 98′
Género: Drama
Estreno: 19/07/2013
Público: +16
Valoración: **
Contenidos (de 0 a 6):
Humor: 0
Acción: 2
Amor: 0
Violencia: 2
Sexo: 0
Crítica:
A partir de la existencia histórica de los agotes, una minoría que habitaba ciertas zonas del actual País Vasco y Navarra, Iñaki Elizalde vertebra su primer largometraje.
Su historia, escrita de la mano de Gaztambide (No habrá paz para los malvados), tiene un fuerte sabor cinéfilo. Ambos enlazan la trama de discriminación social a los agotes con el rodaje de una película sobre ellos en el Valle de Baztan (Navarra). Precisamente, allí se rodó hace 20 añosVacas de la mano de Julio Medem y el mismo Michel Gaztambide. Elizalde hace que algunos de sus actores –Carmelo Gómez, Kandido Uranga, Txema Blasco- retornen al exaltadamente verde valle.
Como Guerin en Innisfree o Bollaín en También la lluvia, Iñaki mezcla actores profesionales con habitantes de Baztan, marcados por el rodaje del film. La construcción de ese espacio autorreferencial, donde también se mezcla pasado y presente, cine y realidad, se convierte, a la vez, en una alabanza al paisaje autóctono.
Todo eso queda presente en Baztan, junto a una esmerada fotografía. Sin embargo, al engarzar tantos elementos la película queda coja en la trama de ficción, ambientada en el siglo XVII. Carente de emoción sincera en esa parte, quizá por un excesivo esquematismo y simplificación del conflicto, el tramo documental adquiere, así, un peso y creatividad que, sin ser deslumbrante, es más sugestivo.
Fuente: Lourdes Domingo (www.taconline.net)