En 1996 las Naciones Unidas decidieron dedicar un día a la televisión. Y desde ese momento, el 21 de noviembre, es el día de la, mal llamada, caja tonta. No debe ser tan tonta cuando la realidad es que, este simple electrodoméstico lleva más de noventa años hipnotizando a millones de espectadores, muchos de ellos muy inteligentes. De hecho el pasado domingo se batió el récord histórico de telespectadores con más de 36, 6 millones, los analistas sostienen que la crisis económica está incrementando el consumo televisivo.

Es cierto que a la televisión se le ha echado la culpa de casi todo: de idiotizar, manipular, mentir, desinformar, etc y, en ciertos ambientes, parece una debilidad reconocer que la televisión ha conseguido divertirnos, informarnos, entretenernos, unirnos y consolarnos. Con la muerte de Miliki todavía reciente quién no ha recordado esas tardes en familia alrededor de la caja tonta al ritmo de Cómo están ustedes?…..

Hoy a los contenidos audiovisuales -tanto los jóvenes como los no tan jóvenes- se accede desde diferentes soportes; vemos series y películas en el ordenador, seguimos los partidos por Internet, recibimos las noticias en el móvil y para concursar preferimos la tablet. Pero hubo un día en el que nuestra ventana a la información y al entretenimiento necesitaba una antena. Por eso, como Asociación de telespectadores y consumidores de medios de Euskadi, felicitamos hoy a la televisión, sin dejar de estirar de la oreja también a los responsables de las cadenas para recordarles nuestros deseo de seguir disfrutando, como espectadores, de una buena televisión y una programación de calidad.