Ficha:


 

 

Equipo de baloncesto

Marco Montes pasa por malos momentos. Distanciado de su esposa, vive ahora temporalmente con su autoritaria madre. Para colmo, tras un altercado en un partido profesional de baloncesto pierde su trabajo de entrenador y además tiene la mala fortuna de ser detenido por conducir ebrio. La sentencia que tendrá que cumplir será la de hacer trabajos sociales durante tres meses. Su cometido: entrenar al baloncesto a un grupo de discapacitados intelectuales.

Primer largometraje en imagen real de Javier Fesser en diez años, después de su incursión en la animación con su segunda película sobre los personajes de Ibáñez, Mortadelo y Filemón contra Jimmy el cachondo y tras el lamentable esperpento de Camino. Puede decirse que con Campeones, Fesser recupera su mundo más personal, el de la mirada amable, llena de buenos sentimientos hacia personajes variopintos, diferentes, que no encajan en esta sociedad llena de egoísmo y donde las personas son incapaces de salir de su mundo enlatado, de su cerrazón, para entender y amar a los demás.

Con un planteamiento bastante clásico (el hombre que cambia su visión de la vida al acercarse a los más necesitados), Fesser pergeña una historia repleta de humor, propiciado por la variada y extravagante galería de personajes con los que trabaja, la mayoría de los cuales no son actores profesionales. Es elogiable la armonía conseguida y el guión resulta ameno aunque es verdad que ofrece lo que se espera, ni más ni menos. La película carece de planos o escenas memorables y tiene algún tic extraño al estilo Fesser (la madre del protagonista), pero también reúne numerosos momentos divertidos, emotivos, originales, cuando el entrenador interactúa con sus jugadores. La trabajada caracterización de los personajes es el punto fuerte del film, que evita presentarlos como una masa informe y dota a cada uno de su propia identidad. Por supuesto, el eje alrededor del cual gira todo es la interpretación de Javier Gutiérrez, todo un seguro de vida, siempre convincente y con una gran capacidad de empatizar con el espectador, que sin duda compartirá sus miedos, prevenciones, frustraciones y transformaciones a lo largo del film.