Ficha: 105 min. | Histórico | Drama Público apropiado: Jóvenes-adultos Año: 2016 País: España Dirección: Salvador Calvo Intérpretes: Luis Tosar, Javier Gutiérrez, Álvaro Cervantes, Carlos Hipólito, Eduard Fernández, Karra Elejalde, Ricardo Gómez, Miguel Herrán, Patrick Criado, Emilio Palacios, Alexandra Masangkay, Ciro Miró, Maykol Hernandez   Recreación de uno de los hechos históricos que marcaron el final del imperio español, junto a la pérdida de Cuba y Puerto Rico. El final de la colonia española de Filipinas se dilató por la resistencia en condiciones muy penosas de cincuenta hombres, conocidos como “los últimos de Filipinas”, que sufrieron un asedio de casi un año en Baler, refugiados en una iglesia. Al mando se encontraba el capitán Enrique de las Morenas, al que sucedió en el mando el teniente Martín Cerezo cuando el otro murió de enfermedad. Esta página de la historia de España ya había sido llevada al cine en 1945 por Antonio Román, con el título de Los últimos de Filipinas, justo el año en que murió el mentado teniente Martín Cerezo, con un reparto de lujo para la época, y poniendo el acento patriótico en el heroísmo de los protagonistas. En esta versión que llega siete décadas después contamos de nuevo con un conjunto actoral destacadísimo, pero conforme a los nuevos tiempos se quiere arrojar una mirada más crítica y revisionista, algo desencantada; sin negar el coraje de los personajes, pero como subrayando el absurdo de la acción, poco más que una cabezonería quijotesca casi surrealista, que no valdría la pena. Firma el irregular guión Alejandro Hernández, habitual colaborador de Manuel Martín Cuenca, quien no logra insuflar progresión o dramatismo creciente a la trama, el tiempo discurre, las condiciones empeoran, la guerra ha terminado aunque los sitiados no quieran enterarse, y punto, en algún momento deberá llegar, entre delirios febriles, disparos, entierros y treguas, el final. Mientras que el discurso político de los poderosos que usan a los pobres como carne de cañón, o las quejas sobre España, concepto discutido y discutible, resulta bastante pobre. En el ínterim se nos presentan los personajes, algunos reales, otros ficticios, quizá demasiado aislados, se echa en falta entre ellos algo parecido a la camaradería. De los auténticos resulta poco humano el empecinamiento de Martín Cerezo (Luis Tosar) en mantener la plaza, mientras el médico de Carlos Hipólito resulta bastante plano, y el detalle del opio del fraile de Karra Elejalde algo forzado; en cambio la posición del desertor está bien descrita, pues pugnan en él el deseo de salvar el pellejo con la inevitable sensación de traicionar a los suyos, para la que necesita autojustificarse incluso estentóreamente. El joven aspirante a pintor, al que da vida Álvaro Cervantes, y que proporciona de algún modo el punto de vista del espectador, desde la ingenuidad al rechazo ante lo que ocurre, debería haber dado más juego; mientras que el brutal militar de Javier Gutiérrez es puro cliché. Hay un esfuerzo de producción importante de Enrique Cerezo, con Televisión Española, Telemadrid y 13 TV, lo que se nota en la recreación de época, el esfuerzo de documentación, la fotografía de parajes naturales y abundantes escenas de acción bélica, pero Salvador Calvo, bregado en televisión, no las sirve de un modo excesivamente vibrante, el presupuesto da para lo que da. Así pues, se agradece una nueva mirada a este episodio de la Historia de España, pero el resultado no es enteramente satisfactorio. Firma: José María Aresté