Ficha: 100 min. | Bélico | Drama Público apropiado: Jóvenes Año: 2015 País: Estonia, Finlandia Dirección: Elmo Nüganen Intérpretes: Kaspar Velberg, Kristjan Üksküla, Külli Teetamma, Rain Simmul, Priit Pius, Marko Leht, Maiken Schmidt, Mait Malmsten, Kristjan Sarv, Magnús Mariuson, Tõnu Oja, Gert Raudsep, Peeter Tammearu, Ivo Uukkivi, Andero Ermel, Pääru Oja, Hendrik Toompere Jr. Jr. Contundente film antibélico, nominado al Oscar, con el que el estonio Elmo Nüganen acerca a los espectadores un episodio diferente de la II Guerra Mundial: el drama que vivió Estonia, pequeño país que estuvo tanto a merced de los nazis como del ejército rojo. Efectivamente, la bota rusa dominaba a los estonios antes de la guerra y muchos habían sido reclutados por el ejército de Stalin; cuando las tropas de la Wehrmacht ocuparon Estonia, muchos estonios vieron entonces a los alemanes como los liberadores y se unieron a sus filas pensando en la futura independencia de su país. De este modo miles de estonios, vecinos de los mismos pueblos y ciudades combatieron en bandos distintos, matándose entre ellos sin ser enemigos. 1944 habla de la tragedia bélica con sumo realismo, sobre todo al tratar la vida en las trincheras, donde la vida pende de un hilo y el sacrificio está a flor de piel, donde la muerte puede sobrevenir inesperadamente, la propia, la del compañero de al lado, la del hermano. La trama nos lleva desde las trincheras a campo abierto, y para contar su historia con el enfoque adecuado, Nüganen divide el film en dos partes esenciales: en la primera recoge al lucha de los estonios reclutados por los nazis, mientras que en la segunda su mirada se dirige a los estonios de las tropas soviéticas. Pronto multitud de detalles hacen ver la sinrazón de su situación. Ellos son estonios y no comulgan con ninguna de las doctrinas de ambos genocidas, aunque es cierto que Hitler es el que sale peor parado (gran escena la de las fotografías). En cualquier caso, en ambos bandos comprenden que son esclavos, pero no pueden hacer nada. Para el espectador puede resultar algo desconcertante anímicamente que el foco de atención cambie de un ejército a otro, pero Nüganen quiere dar las dos versiones y mostrar que el interior de los estonios era idéntico, lucharan con quien lucharan. Esto aporta un toque de objetividad a los hechos y sin duda ayuda a tener una visión de conjunto. Aún así, aunque hay varios detalles cuidados en el somero y coral dibujo de los soldados, con sabiduría el guión de Leo Kunnas se centra especialmente en un hombre de cada bando, soldados de gran personalidad, lacónicos, muy parecidos físicamente (no por casualidad): primero Karl Tammik (Kaspar Velberg) y luego Jüri Jögi (Kristjan Üksküla). El destino de ambos se encargará de gritar más fuerte aún sobre el horripilante absurdo bélico. Pablo de Santiago