Ya era hora: Antena 3 ha decidido dar puerta a ‘Dónde estás corazón’, últimamente abreviado en ‘DEC’, o sea, ‘descomposición de espíritus en cascada’. Con ‘DEC’ aprendimos que el corazón está en la entrepierna. ‘DEC’, producto de la factoría de Ana Rosa Quintana, ha sido durante muchos años -ocho, para ser precisos- uno de los principales desolladeros de la televisión más siniestra de todos los tiempos. Durante ese largo periodo ha acumulado un historial que no es posible admirar. Hasta que llegó alguien todavía peor: el ‘Sálvame’ de Telecinco, que jugó más fuerte, multiplicó la porquería y ganó, como era previsible. ‘DEC’ nunca se recuperó de aquello. A lo largo de varios meses pudo sostener la competencia, pero al parecer se encontró con un obstáculo que ‘Sálvame’ no tenía: los escrúpulos de la dirección de la cadena. En esta última temporada, ‘DEC’ ya había sido claramente destronado por su rival. Incluso sus ‘estrellas’ se marchaban a la competencia. En otras circunstancias, la cadena podría haber reaccionado intensificando la venta de estiércol, pero dio la casualidad de que en Antena 3 entraban aires nuevos, la cadena optaba por producir series que empezaban a funcionar bien -‘Hispania’, ‘El barco’, ‘Bandolera’, etc-. y la cara de Antena 3, así lavada, soportaba mal la enorme mancha del desolladero de Cantizano. ‘DEC’ pasó a horario de medianoche, lo cual no era más rentable, aunque sí más decente. La puntilla llegó cuando la cadena, decididamente sumergida en el túnel de lavado, abrió campo al concurso de Carlos Sobera, ‘Atrapa un millón’, destinado a pelear con ‘Sálvame’. Oh, sorpresa: el concurso no solo sostenía la competencia, sino que incluso destronaba a ‘Sálvame’ del liderazgo del viernes noche. En esas condiciones, ¿para qué mantener ‘DEC’? El programa dio su último coletazo este verano con las tórridas imágenes de un bailarín y su novio en una playa nudista ‘gay’. Era elocuente: ‘DEC’ ya solo podía dar de sí cosas de ese jaez. Ahora la cadena confirma que el programa desaparece. Bien por Antena 3; debería haberlo hecho antes.

Fuente: J.J.Esparza (El Diario Vasco, 21-9-2011)