Cyril (Thomas Doret) tiene casi 12 años y un único plan: encontrar al padre que le dejó temporalmente en un hogar infantil de acogida después de prometerle que volvería a buscarle. En la sala de espera de un centro médico conoce por casualidad a Samantha (Cécile de France), propietaria de una peluquería, la cual accede a que se quede con ella los fines de semana. Cyril no quiere reconocer el cariño que Samantha siente por él, un afecto que el niño necesita desesperadamente para calmar su rabia.
Director: Jean-Pierre Dardenne, Luc Dardenne
Intérpretes: Cécile de France, Thomas Doret, Jérémie Renier
Guión: Jean-Pierre Dardenne, Luc Dardenne
Duración: 87′
Género: Drama
Estreno: 28/10/2011
Estreno DVD: 08/02/2012
Público: +16
Valoración: ***
Contenidos (de 0 a 6):
Humor: 0
Acción: 3
Amor: 2
Violencia: 3
Sexo: 0
Crítica:
Los hermanos de nacionalidad belga Jean-Pierre y Luc Dardenne, guionistas y co-directores del film, después de unos años dirigiendo documentales, entraron definitivamente en el campo del largometraje en 1987. Desde aquella fecha llevan firmados numerosos títulos, entre los que destacan El niño en 2005 y El silencio de Lorna en 2008. Con este último obtuvieron el Premio al Mejor Guión en el Festival de Cannes y el Pemio Lumière a la Mejor Película en lengua francesa en el 2009. Por su parte, El niño de la bicicleta ha sido distinguida este año con el Premio especial del Jurado en la Sección Oficial a Concurso en el Festival de Cannes.
La película desprende, minuto a minuto, la innata necesidad de cariño que, en general, todos los seres humanos y muy especialmente los niños necesitan en esa complicada edad en la que comienza su andadura fuera del amparo paternal. Cyril (el niño de la bicicleta), interpretado por el debutante Thomas Doret, tiene necesidad acuciante de ese cariño y lo concreta insistentemente en la figura de su padre ausente y, por añadidura, en “su” bicicleta como símbolo de personal libertad.
La famosa actriz Cécile de France, a quien ya pudimos admirar recientemente en el film Más allá de la vida (Clint Eastwood), consigue de nuevo con esta película una notable interpretación, llena de ternura, en el papel de Samantha, brindándole a Cyril el calor protector y las directrices precisas para adentrarse de forma correcta en una nueva fase de la vida.
Pese a que la cinta, por personal decisión de sus realizadores, procura evitar dosis azucaradas de sentimentalismo, quizá un mayor vigor en la definitiva puesta en imágenes habría consolidado un mejor resultado final.
Fuente: Joaquín Guitart (www.taconline.net)