Domingo, 20 de noviembre. Hace unas horas que han cerrado los colegios electorales y, según se ha visto en la edición de la noche de los informativos, los resultados están claros. Internet echa humo con opiniones y comentarios y, dentro de la red, Twitter no es una excepción. Entre los ‘trending topics’ de la noche, sin embargo, hay uno que no tiene nada que ver ni con las elecciones ni con la política. Una cadena de televisión emite ‘Luna Nueva’ y los comentarios sobre Edward, Bella y Jacob se suceden uno tras otro en el mismo momento de la emisión de la película. Televisión y redes sociales unidos.
Que espacios como Twitter, Facebook o Tuenti tienen una enorme presencia en la vida cotidiana de los jóvenes es una realidad. Nueve de cada diez usuarios de Internet de entre 16 y 24 años participa en ellos, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Las nuevas tecnologías, y entre ellas las redes sociales, ofrecen muchas oportunidades, pero conllevan también riesgos como la pérdida de una parte de la privacidad o incluso adicciones o peligro de ser víctima de cyberbullying.
La Asociación de telespectadores, consumidores y usuarios de medios audiovisuales de Euskadi (ATELEUS) quiso por ello invitar el sábado a los jóvenes y a sus padres a reflexionar sobre todos estos aspectos. Fue en la I Jornada ‘Ocio Audiovisual y Educación’, organizada junto a la Federación Alavesa de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de Centros Concertados (FAPACNE), en la que participaron más de 150 personas.
La cita tuvo lugar el sábado en el Colegio Escolapias de Vitoria con dos programas de actividades paralelos en los que padres e hijos reflexionaron por separado sobre los fenómenos audiovisuales, sus oportunidades y sus riesgos. Mientras los mayores trabajaban sobre aspectos como la influencia de la televisión en los jóvenes y las oportunidades educativas de los videojuegos, los hijos participaban en actividades sobre el uso de internet y redes sociales y sobre sus preferencias televisivas. Después, padres e hijos trabajaron en común.
El objetivo de este programa era entender, entre otras cosas, por qué, como ocurría en la noche electoral con ‘Luna Nueva’, resulta interesante hablar en las redes sociales de los contenidos que se están viendo en televisión. O por qué hay programas para ver en familia y otros para comentarlos con los amigos. El fin era también comprender que las redes sociales tienen peligros, pero son a la vez oportunidades para desarrollar competencias como la expresión, la comprensión, la lectura o la socialización.
El mensaje general de la jornada, según José Félix Merdalet, miembro de la junta directiva de ATELEUS, es «la defensa de la televisión y las nuevas tecnologías de ocio audiovisual, siempre que sean utilizadas de una manera responsable».
Sobre el modo en que debe hacerse ese uso con cabeza de la televisión, los ordenadores, Internet, los videojuegos y los móviles trataron las actividades dirigidas por Estefanía Jiménez, profesora del Departamento de Comunicación Audiovisual y Publicidad de la UPV/EHU; Carlos González Tardón, licenciado en Psicología por la Universidad de Barcelona y fundador de People & VIDEOGAMES; Diana González, profesora asociada de la Universidad de Navarra y profesora de la empresa Edentity; y Jorge Garteiz-Gogeascoa, licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad de Navarra y ejecutivo de cuentas en Ros Asociados.
Todos ellos abordaron fenómenos que pueden estar vinculados al uso y abuso de las nuevas tecnologías, tales como la adicción, trastornos alimenticios y del sueño, pérdida de identidad y casos de acoso a través de la Red. El fin último, promover un uso positivo de las pantallas audiovisuales entre los jóvenes y orientar a los padres en esta labor educativa.
Fuente: http://elmundo.orbyt.es/2011/11/29/aula_pais_vasco/1322571414.html
La verdad que tras leer consejos de expertos y de agencias de protección del menor sobre el uso de Internet mi conclusión es la misma a la que vosotros apuntáis: sentido común. No hacer en la vida digital nada que no haríamos en la vida real, pero sobre todo cuidar muchísimo la privacidad.