12 hombres sin piedad (1957)

El poder de la palabra

12 hombres sin piedad es un extraordinario drama judicial que se apoya fundamentalmente en la interpretación de unos grandes actores, dirigidos eficazmente por Sidney Lumet (Piel de SerpienteVeredicto finalNetwork. Un mundo implacable…). La acción se desarrolla durante un juicio, en la sala de deliberaciones del Jurado. Todos los miembros del mismo, menos uno (Henry Fonda), están convencidos de la culpabilidad del reo, un hombre acusado del asesinato de su padre. Fonda debe usar toda clase de argumentos para convencer a los demás jurados de la inocencia del acusado, o al menos para sembrar entre ellos una duda razonable.

Lumet da a esta historia de atmósfera teatral (la acción del film se desarrolla en un único lugar) un auténtico ritmo cinematográfico, y lo hace a través de un retrato minucioso de los personajes, unos esmerados diálogos y un uso perfecto de la cámara. La película recibió tres nominaciones al Oscar, entre ellos el de mejor película. Como curiosidad hay señalar que la película sigue siendo exhibida en muchas escuelas y facultades de derecho a los estudiantes de leyes, como ejemplo de la utilización de técnicas de persuasión, razonamiento y convicción.