Dirección: Luca Guadagnino

Intérpretes: Tilda Swinton, Flavio Parenti, Edoardo Gabbriellini, Alba Rohrwacher, Pippo Delbono, Diane Fleri, Maria Paiato, Marisa Berenson, Gabriele Ferzetti, Mattia Zaccaro, Waris Ahluwalia

Guión: Luca Guadagnino, Barbara Alberti, Ivan Cotroneo, Walter Fasano

Duración: 120 min.

Público apropiado: Adultos

Género: Drama

Por decine21

IoSonoElAmoreMilán. La familia Recchi, representante de la alta burguesía milanesa, celebra una gran cena familiar en donde estarán presentes todos los miembros del clan, entre ellos el abuelo Edoardo y su mujer Allegra; su hijo Tancredi y su mujer Emma, de origen ruso; y los nietos Edoardo (quien se presenta acompañado de su novia Eva), Gianluca y Elisabetta. El abuelo aprovecha la velada para informar que se retira de su trabajo y que cede el dominio de su imperio financiero a su hijo Tancredi y a su nieto Edoardo. A partir de ese momento serán ellos quienes gestionen la fábrica sobre la que se ha asentado el clan Recchi durante varias generaciones.

Esa gala familiar sirve al director para presentar sucintamente a los personajes y hacernos entrar elegantemente en su mundo fastuoso, en su vida regalada y perfectamente diseñada, y también en la atmósfera agobiante que se extiende por la enorme mansión. Pasan los meses y poco a poco el espectador es consciente de que la comunicación familiar es pobre, y el cariño y la unidad es más artificial que real. Tancredi anda muy ocupado en los negocios de la familia, ausente durante días; la joven Elisabetta, que estudia en Londres, tiene un secreto inconfesado que será descubierto; Edoardo está molesto y desengañado por la gestión puramente económica que su padre y su hermano Gianluca están llevando a cabo en la fábrica… Pero la insatisfacción afecta especialmente a Emma, señora de la casa, protagonista absoluta de la película. Es ella el pilar sobre el que debiera sostenerse la familia. Pero algo falla, porque no es feliz. Y el punto culminante llega cuando conoce al reservado Antonio, excelente cocinero e íntimo amigo de su hijo Edoardo. Entre los dos surgirá una descontrolada pasión erótica.

El director y guionista Luca Guadagnino (responsable de Melissa P.) no esconde la intención de imprimir una densa intensidad dramática en su historia, con explícitas referencias literarias a las trágicas sagas familiares de Tolstoi o Dostoievski -donde «la mujer rusa es más fuerte que el hombre», dice un personaje- o la elección nada casual de los nombres de la protagonista, claro trasunto del célebre personaje adúltero de Gustave Flaubert, y del de su marido, Tancredi, de aires Lampedusianos. Para lograr su propósito Guadagnino compone una puesta en escena brillante, regargada y por momentos opresiva, con imágenes de acabado preciosista muy viscontinianas -el tema, la desintegración familiar, también es propio del director de El gatopardo-, en donde destacan especialmente la maravillosa fotografía de Yorick Le Saux, la esmerada planificación y el elegante uso de la cámara, memorable cuando sigue a los personajes a través de los pasillos de la gran casa de los Recchi. Y la música de John Adams es aguda y penetrante.

Por el contrario, tras este excelente uso de la forma, Guadagnino desatiende demasiado a los personajes, dibujados sólo superficialmente, a quienes maneja caprichosamente a su antojo. Algunos de ellos, desde luego, necesitaban mayor atención, como el joven Edoardo, y sobre todo resulta por completo inverosímil la relación que surge entre Emma y Antonio. El director sencillamente se la saca de la chistera, y desde luego no cuela entre tanta seriedad que un plato de langostinos y en general el arte culinario ponga el mundo familiar patas arriba. Los actores están bien, especialmente Flavio Parenti (Háblame de amor) y Tilda Swinton (Julia), que también ejerce de productora del film. A la oscarizada actriz, que ya trabajó para el director en The Protagonists, le viene como anillo al dedo el personaje de Emma, una de esas mujeres raras, atormentadas y exageradas que tanto le gusta interpretar.