Sobria, absurda, con sorpresas y, cómo no, con algún bostezo de por medio. Así podemos describir la gala de la vigésimo sexta edición de los premios Goya, que ayer retransmitió La 1. Como cada año se intentó sorprender y apaciguar las críticas de ediciones anteriores, aunque esto solo se consiguió en parte, ya que quedó demostrado, una vez más, que resulta una tarea imposible hacer de una gala de premios un evento entretenido y aplaudido por los espectadores. Creíamos que con Eva Hache la gala recuperaría la fuerza que sí se consiguió con la primera presentación que hizo Andreu Buenafuente hace dos años, pero esta vez la presentadora no estuvo tan ácida como esperábamos y como habitualmente aparece en ‘El club de la comedia’.

Con la excepción de varios comentarios críticos y acertados, Eva Hache no contó con el guión que esperábamos o, al menos, parte de su gracia perdió la fuerza al igual que la presentadora perdió el aliento tras el indiferente número musical que dio inicio a la gala. Algo mejor estuvieron los montajes que se hicieron para homenajear a las nominadas como mejor película, momentos en los que la presentadora se introducía en las películas como ya hiciera José Corbacho en el pasado y que al espectador le permitía descansar de la gala. A esto también ayudaron los vídeos conducidos por Cayetana Guillén Cuervo, que parodiaban lo que estábamos viendo y que al mismo tiempo dibujaban una sonrisa cuando más pesada se hacía la ceremonia.

Así, aprobado raspado para una Eva Hache a la que le faltó contar con un guión mejor pero que a pesar de todo se mostró a gusto como conductora de una ceremonia que tenía preparada varios de esos momentos que nos permitían dudar de lo que estábamos viendo. El más inesperado y el más absurdo fue ese rap interpretado por “El Langui”, al que se sumaron varios actores españoles para dejarnos a cuadros. Innecesario momento, en el que Juan Diego demostraba no tener ningún tipo de vergüenza o Antonio Resines que no le importaba hacer el más absoluto de los ridículos enfrentándose a una actuación sin ni siquiera aprenderse su intervención. Tampoco ayudó un sonido que no estuvo a la altura y que no dejaba oir las voces de aquellos que se atrevieron a cantar en la gala, tanto en el número musical del inicio como en el momento rap.

El resto de la ceremonia podemos describirla como un calco de otras galas del pasado. Agradecimientos eternos, con la posibilidad de que Lluís Homar alcanzara el récord de tiempo dando las gracias por un premio, discursos pesados, como el de la presidencia de la Academia y parejas imposibles repartiendo los galardones de cada una de las categorías. Mejoró la situación algunas interesantes propuestas que se realizaron para presentar varios premios, como el de mejor maquillaje o el de mejor película de animación. Pero por lo demás, nada que no viéramos en el pasado, ya que por no faltar, no faltó ni el espontáneo de turno, que en este caso fueron varios y que pusieron en evidencia la seguridad de los premios Goya una vez más.

Por último, mención especial la que se merece Santiago Segura y su intervención antes de presentar el premio al mejor actor revelación, que pedía a gritos ser el presentador de la ceremonia de los Goya el año que viene, una elección con la que seguro que no nos aburriríamos (tanto) dentro de un año. No estaría mal que la Academia de Cine comenzara a pensar en arriesgar de verdad con la presentación de unos premios que ya ha demostrado hasta la saciedad que es imposible que mejore en cuestión de ritmo. Con un presentador del perfil de Santiago Segura, por lo menos, se podría curar las heridas que irremediablemente aparecen todos los años y que nos deja con la sensación de que hemos asistido a una gala aburrida, que no hubiéramos visto si no contara con el morbo de saber si Almodóvar se va a llevar a casa un nuevo premio.

A continuación os dejamos la lista de los premiados por categorías:

  • Mejor película: ‘No habrá paz para los malvados’
  • Mejor director: Enrique Urbizu por ‘No habrá paz para los malvados’
  • Mejor actor protagonista: José Coronado por ‘No habrá paz para los malvados’
  • Mejor actriz protagonista: Elena Anaya por ‘La piel que habito’
  • Mejor actor de reparto: Lluis Homar por ‘Eva’
  • Mejor actriz de reparto: Ana Wagener por ‘La voz dormida’
  • Mejor actriz revelación: María León por ‘La voz dormida’
  • Mejor actor revelación: Jan Cornet por ‘La piel que habito’
  • Mejor dirección novel: Kike Maillo por ‘Eva’
  • Mejor dirección de producción: Andrés Santana por ‘Blackthorn’
  • Mejor dirección de fotografía: Juan Antonio Ruiz Anchía por ‘Blackthorn’
  • Mejor guión original: Enrique Urbizu y Michel Gaztambide por ‘No habrá paz para los malvados’
  • Mejor guión adaptado: Ángel de la Cruz, Ignacio Ferreras, Paco Roca y Rosanna Cecchini por ‘Arrugas’
  • Mejor dirección artística: Juan Pedro de Gaspar por ‘Blackthorn’
  • Mejor montaje: Pablo Blanco por ‘No habrá paz para los malvados’
  • Mejor música original: Alberto Iglesias por ‘La piel que habito’
  • Mejor canción original: Nana de la hierbabuena de ‘La voz dormida’
  • Mejor diseño de vestuario: Clara Bilbao por ‘Blackthorn’
  • Mejor sonido: Licio Marcos de Oliveira, Ignacio Royo-Villanova e Ignacio Royo-Villanova por ‘No habrá paz para los malvados’
  • Mejor maquillaje y peluquería: Karmele Soler, David Martí y Manolo Carretero por ‘La piel que habito’
  • Mejores efectos especiales: Arturo Balseiro y Lluís Castells por ‘Eva’
  • Mejor película de animación: ‘Arrugas’
  • Mejor película documental: ‘Escuchando al juez Garzón’
  • Mejor cortometraje documental: ‘Regreso a Viridiana’
  • Mejor cortometraje de ficción: ‘El barco pirata’
  • Mejor cortometraje de animación: ‘Birdboy’
  • Mejor película hispanoamericana: ‘Un cuento chino’
  • Mejor película europea: ‘The artist’

Fuente:  Vayatele

Firma: Gonzalo Robador Arteta