Es bien sabido que en este país la hipocresía no tiene límites. Cuidado, que hoy no voy a hablarles del PP. Ni del presidente del Tribunal Constitucional militante de ese partido. Ni siquiera del rey Juan Carlos, capaz de decir sin ruborizarse que Marruecos es“un ejemplo muy valioso de apertura“. Hoy voy a comentarle un nuevo y descarado proyecto televisivo de lavado de imagen. Mediaset España, la empresa que cada día llena de mierda los cerebros de millones de telespectadores con programas como “Sálvame”, “Hombres, mujeres y viceversa” o “Gran Hermano”, ha tenido el descaro de organizar una campaña de concienciación para limpiar las playas españolas. Con dos cojones. Los creativos de Telecinco han buscado un eslogan ingenioso, a la altura de la cadena, “Antes de guardar la toalla, limpia tus metros de playa”, y han confiado la presentación al capo de la misma, Paolo Vasile, y a su veterana y omnipresente estrella Mercedes Milá. ¡Los vigilantes de la playa! Cuando la pareja pisó las arenas de Menorca los socorristas debieron colgar la doble bandera roja: lo del Prestige fue una minucia, hilillos de plastilina, ante semejante vertido de sinvergonzonería y cinismo.
“No somos una televisión pedagógica”, se sinceró Vasile durante la presentación. Estoy completamente de acuerdo con el consejero delegado: Telecinco no es una tele pedagógica. Es una cloaca. Y es una pena, amigo Vasile, porque entre la pedagogía y el excremento hay un gran trecho. No hagáis  pedagogía en Telecinco, de verdad. Nadie pide a las cadenas privadas semejante locura. Lo que sí nos gustaría es que no llenaseis las pantallas de basura día tras día. Sí, de basura.  ”La tele tiene que dar a la gente lo que quiere”, se justifica Vasile en cada entrevista, en cada presentación, en cada campaña solidaria de lavado de imagen.
Vasile, ¿Dónde está escrito que a la gente le gusta la mierda? Telecinco tiene la programación que tiene, una auténtica bazofia, porque es rentable. Y porque ni podría ni  sabría hacer otra cosa: la buena televisión requiere talento. ¿Para qué intentar hacer entretenimiento de calidad si con esta porquería nos forramos?, pensarán. Así pues, leña al mono. Milá aprovechó la farsa solidaria playera, descomunal pantomima, para hacer promoción de nuevos y aberrantes proyectos: “estoy pidiendo a Vasile que me de un Gran Hermano de niños y otro de mayores, nos dejaría a todos con la boca abierta“.
Lástima de tsunami…
Fuente: Javier Pérez Albeniz (www.eldescodificador.com)