Los minions vuelven en esta segunda película para retomar su historia. El film está lleno de aventuras, entusiasmo, alegría y escenas divertidas, narradas en tono infantil, que entretendrán a un público amplio, aunque especialmente a los más pequeños.

 


La primera película de Los minions terminó in media res, justo cuando las criaturas amarillas se topaban por primera vez con Gru, su futuro jefe villano. En este encuentro, Gru es apenas un niño y, será a partir de aquí desde donde este segundo film retome la historia.

El largometraje mezcla nuevos personajes y escenarios, con otros con los que el espectador ya está familiarizado. Esto permite al argumento explorar nuevas historias, a la vez que arroja luz sobre cómo se crearon algunas relaciones entre protagonistas que aparecen en las antiguas películas que todos conocemos. Pero a pesar de las referencias constantes a las anteriores entregas, no se hace muy repetitiva.

Respecto a los minions, como en su predecesora, los representantes son Bob, Kevin y Stuart, una vez más. No obstante, en esta nueva aventura se añade Otto, que también tendrá un importante papel. Además, el relato se centra también en Gru y no solo en los minions, por lo que la trama no se narra solo desde la perspectiva de los pequeños seres amarillos, sino también de su joven jefe. Entre todos, y gracias a su alegría, su tono infantil y su entusiasmo, invitan al público de menor edad a tener grandes sueños y a rodearse de un buen equipo para alcanzarlos.

Dicho esto, la calidad de la animación y la habilidad de los guionistas de crear numerosas escenas cómicas, hacen que, sin duda, esta sea una producción que permite a la audiencia pasar un buen rato, especialmente a los niños.

Firma: Irene Jordán