Ficha: Cadena de emisión: Cuatro. Horario de emisión: Domingo, a las 21:30 horas. Duración: 60 minutos.   En los últimos años se vende que un programa es más arriesgado cuanto más escandaloso e irreverente, cuando en realidad (sobre todo en algunas cadenas) esta tónica viene a ser tan habitual que ya no sorprende mucho. Sin embargo Quiero ser monja sí que puede ser calificado de programa contracorriente… ¡por su temática católica! Que nadie se llame a engaño, no estamos ante un programa religioso serio, con contenidos espirituales, pero al público creyente le resultará un poco Quiero ser monjamás agradable de lo que se podría pensar ‘a priori’ por su tono amable, y cierta seriedad, y porque huye de los escándalos, el morbo, y en suma, de los recursos facilones (al menos en la primera entrega). A quienes no practiquen también les seducirá su descripción de la vida en el convento que posiblemente ignorarán por completo. Y todos quedarán sorprendidos al constatar la realidad de la juventud actual, a la que le cuesta horrores, por ejemplo… ¡separarse del móvil! La mecánica recuerda a otros programas cercanos al docudrama. Cinco chicas muy diferentes, algunas católicas practicantes con vocación religiosa, junto a otras que han llevado una vida más bien frívola, se convierten en aspirantes de una comunidad de religiosas en congregaciones de diferentes ciudades españolas. Aunque se trata de un paso previo a convertirse en novicias, llevarán la misma vida que éstas durante seis semanas, tras las cuáles decidirán si quieren seguir adelante o no. Algunos espectadores pensarán que se vuelve un tanto repetitivo, pero al fin y al cabo la vida encierra pocas novedades diarias.  Y frente a otros programas televisivos que triunfan, presenta un modelo positivo: las monjas ya ordenadas son un ejemplo de dedicación y vocación, en suma personas con ganas de cambiar el mundo que normalmente tienen poco espacio en la programación catódica. Firma: Juan Luis Sánchez