Dirección: Jed Weintrob
Intérpretes: Angela Bettis, Kirby Bliss Blanton, Devon Graye, Ben Cotton, Christopher Titus, Brittney Wilson, Al Sapienza, Tegan Moss, Monika Mar-Lee
Guión: Zack Ford
Duración: 90 min.
Público apropiado: Adultos
Género: Terror
Por decine21
Paramount ofrece su primera película de imagen real producida directamente con tecnología 3-D. El resultado técnico es ciertamente impresionante y, visto lo visto, quizá haya que darle toda la razón a Jeffrey Katzenberg cuando, en una entrevista realizada por DECINE21, afirmó que: «En los años 20 llegó el sonido y en los años 30 el color. Ahora, siete décadas más tarde, entramos en el tercer cambio revolucionario del cine: el 3D». Las tres dimensionaes ayudan al espectador a ‘meterse’ en la película y hay momentos en que uno parece estar viendo la pura realidad al mirar a la pantalla. Y aunque haya algunos momentos en que se notan leves defectos visuales (movimientos de cámara, claroscuros, etc.), hay que reconocer que el resultado general es sorprendente.
El film narra la traumática historia de Joan Burrows, una mujer que cuando era joven presenció la muerte de su mejor amiga a manos de un enterrador psicópata que torturaba brutalmente a las personas antes de matarlas. Su ‘técnica’ era atroz pues infligía dolor a una de las víctimas hasta que ésta le suplicaba que matara a la otra víctima. A duras penas logró Joan salir con vida, tras matar al asesino. Ahora, años después, la traumada mujer visita de nuevo el pueblo donde ocurrió todo. Allí vive su hermano, policía local, con su preciosa sobrina Olympia. Al poco, durante una fiesta del instituto una chica y un chico desaparecen, y cuando al fin se les encuentra, con evidencias de haber sido torturados, todos los recuerdos de Joan vuelven a aflorar con fuerza inusitada. ¿Se estará repitiendo de nuevo la historia?
La novedad y altura tecnológica de la película contrastan con la paupérrima historia. La simplicidad del argumento es asombrosa, y todo está plagado de lugares comunes. El film desperdicia además el tono de intriga inicial para acabar desembocando en un film de terror muy sangriento y desagradable, hasta alcanzar cotas repugnantes, de aire prácticamente ‘gore’. Se trata de un burdo intento de acercarse a las premisas de la saga de Saw (¿hasta dónde se está dispuesto a sufrir?), pero aquí tanto los personajes como la trama resultan muy esquemáticos, y aun inverosímiles (el sheriff, la ridícula huida de la comisaría, etc.). En fin, tampoco ayuda mucho un reparto muy poco atractivo, comenzando por Angela Bettis (May), que pese a su esfuerzo no hace olvidar el fallido casting.