*Género: Acción / Puzlesvideojuego
*Plataforma: DS
*Desarrollador: 5th Cell
*Distribuidor: Warner Bros
*Edad recomendada: 12+
*Duración aproximada: 5-10 horas
*Idioma: español
*Precio: 39,95 €

Página oficial: http://games.kidswb.com/scribblenauts/
Firmado por Miguel Soria Ruiz-Ogarrio   
Fecha: 2 Febrero 2010

 

 

 

 

 

     

Scribblenauts puede parecer un juego sencillo por su estética infantil y su control táctil, pero detrás de esa apariencia se esconde un concepto ambicioso como pocos: el poder materializar absolutamente cualquier palabra que se escriba y usar esos objetos nacidos del lápiz para resolver todo tipo de situaciones. ¿Demasiada ambición para un estudio tan pequeño como 5th Cell y una consola como la DS? Veamos en qué se ha quedado esta original idea.

Al poco de empezar, el jugador no tardará en darse cuenta de cuáles son los principales virtudes y fallos de este título. Entre los primeros, que cumple lo que promete: uno puede pasarse horas y horas en la pantalla de presentación dedicándose únicamente a experimentar con el cuaderno mágico y las diversas combinaciones de objetos. ¿Qué hacen las brujas cuando se les pone al lado de un superhéroe? ¿Qué pasa si doy dinamita a un mono? ¿Y si hago aparecer a Santa Claus delante de unos niños huérfanos? ¿Y si uso una máquina del tiempo? ¿Y si…? Las combinaciones son prácticamente infinitas y tan vastas como el propio idioma, y el resolver puzles de maneras inesperadas deja ese genial sabor de boca de cuando uno era pequeño y solucionaba problemas de adultos únicamente con el poder de su imaginación de niño. No siempre todo funciona como nos esperamos, pero cuando lo hace, es un gozo.

Ahora bien, todo lo anterior se ve lastrado por el principal defecto del juego: el control. Desgraciadamente, resulta bastante confuso. Con la intención de hacer que sea un juego completamente táctil, 5th Cell no se ha parado a pensar muy bien cómo sería eso de combinar el movimiento de un personaje mediante puntero con pulsar y arrastrar objetos. No hay nada más frustrante que el hecho de que nuestro astuto plan para evacuar un enfermo con platillo volante falle una y otra vez porque hemos vuelto a seleccionar el chocarnos contra una montaña en vez de aterrizar en la explanada contigua. Visto eso, no es de extrañar que los niveles basados en los puzles sean mucho más gratificantes que aquellos centrados en la acción.

Además, se puede recriminar otro problema inherente a su original idea: que al igual que pasa con nuestro idioma, puede que haya más de 40.000 palabras, pero al final acabamos usando apenas 2.000. Un modo “tabú” en el que algunos vocablos hubieran sido excluidos habría hecho mucho bien, pero como pasa con todos los juegos, al final uno puede decidir disfrutarlo a su manera: el propio título recompensa con más puntos el usar palabras nuevas, utilizar sólo objetos de una misma temática (animales, personas, herramientas…) o el no emplear armas para resolver los problemas. Con Scribblenauts pasa como pasa con el mismo lenguaje: que es rico, original o elegante según lo use cada uno.

Estamos, por tanto, ante un juego diferente, lleno e carisma y verdaderamente apto para todos los públicos, y una manera genial de ampliar nuestro vocabulario, pero sobre todo, nuestra imaginación. ¿Tiene defectos? Sí, y bastantes frustrantes. ¿Tiene capacidad para mantenernos enganchados durante horas y tenernos días dándole vueltas a tal o cual puzzle? También. Y eso es algo que pocos juegos logran, si bien habrá que esperar a una segunda parte para ver el potencial de esta genial idea realizada por completo. Por ahora, habrá que conformarse con este presente imperfecto.