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País: España

Creadores: Javier Calvo y Javier Ambrossi

Intérpretes: Brays Efe, Belén Cuesta, Lidia San José, Álex de Lucas, Mariona Terés

Cadena de emisión: Inicialmente Flooxer y actualmente Netflix

Duración: 1 temporada de 5 capítulos de 30 minutos (renovada para una 2ª)

Calificación: 3 primeros capítulos: 8/10. Capítulos 4-5: 5/10

Las dos Paquitas

Con muy pocos medios y mucho sentido del humor Javier Ambrossi (Madrid, 1984) y Javier Calvo (Murcia 1991) han logrado en apenas 2 años hacerse un hueco en el cine y la televisión. Empezaron siendo actores adolescentes en varias series muy populares como Cuéntame o Física y Química, y actualmente son guionistas y directores gracias al éxito de una serie sobre las entretelas del mundo del cine y la televisión que el año pasado ganó 3 Premios Feroz (Mejor serie de comedia, actor protagonista y actriz secundaria).

Los 3 primeros capítulos de Paquita Salas son enmarcables. Divertidos, ingeniosos, ácidos. Esta representante de actores adicta a la bollería industrial podría ser un derivado más de Carmina Barros, Los Morancos, un personaje secundario de Almodóvar o una protagonista de La que se avecina. Y durante 3 capítulos no lo es. Tiene más recorrido, más inteligencia y una cierta dignidad en su ser cutre y zampadonuts. Incluso logra un dramatismo bastante funcional con canciones muy bien insertadas.

Esta mujer es todo coraje y hace lo imposible porque sus representantes lleguen al Goya. O al Oscar, porque ella vive lanzada con una autoestima a prueba de bombas. El ambiente que recrea la serie en estos primeros capítulos está muy logrado: todos en constante estado de postureo, de afectividad extrema que pasa del amor a la fobia más radical envuelta en una burbuja que apenas roza la realidad. En esa línea la intro es sensacional, con una imagen voluntariamente degradadada, imágenes de los Goya de glamour casposo, las chicas de Azúcar Moreno bajando por las escaleras hacia el escenario luminoso. Y Paquita en frente del cartel de fritanga barata. Los diálogos, el formato de falso documental, la cámara en mano, el ritmo de gags y situaciones es de comedia perfecta. Humor de personajes gruesos tratados con amabilidad, sin ceder a lo fácil y zafio, con un quinteto titular de cómicos descomunal liderados por Brays Efe y Belén Cuesta. Pero hay un momento en que la magia se pierde y la originalidad se convierte en trivialidad. Paquita pasa a encadenar gags torpes, mal interpretados por los secundarios, con muy poca chispa en las situaciones. La comercial de un sistema para adelgazar, la bruja que lee las cartas a todas las de la agencia de representantes, Andrés Pajares en su enésima aparición del rey del trasnochadísimo destape en una escena porno chacha, el baile y las canciones con tan poca imaginación. Y Paquita Salas en plan Kim Basinger con el motero de Telepizza. Todo suena tan redundante y visto que parece que la serie ha cambiado de productores, guionistas y directores. O que se les han acabado las ideas. Algo parecido les sucede a sus creadores en su primera película, La llamada, que combina diálogos tronchantes y espontáneos con un tramo final en el que el desmadre se lleva todo por delante.

Y ahora… Netflix

En 2018 Paquita Salas volverá con una segunda temporada después de haber fichado por Netflix. Tendrán más presupuesto, aunque lo fundamental seguirá estando en el guion y los actores. Los Javis conocen muy bien el mundo del espectáculo y no tengo dudas de que tienen capacidad para seguir creciendo. Por ahora el trailer de promoción es todo un caramelo.

Claudio Sánchez