La nueva plataforma de Apple no está ahorrando esfuerzos en ser una gran competidora de las intocables Netflix o HBO. Le queda mucho por recorrer, pero con series como Defending Jacob, Servant o The Morning Show demuestra todas sus posibilidades. Esta última es una ficción protagonizadas por grandes estrellas del cine (Resse Wittherspoon, Steve Carrell) y la televisión (Jennifer Aniston), que supone un nuevo impulso al movimiento #Me too. Al igual que en La voz más alta, la historia se centra en las luchas de poder en uno de los principales medios de comunicación norteamericanos, y en el escándalo provocado por los abusos sexuales cometidos por uno de los presentadores de más éxito con la complicidad de los dirigentes de la empresa.

La serie empieza muy ágil, con el ritmo trepidante de una redacción, diálogos inteligentes y ácidos y personajes carismáticos. Pero en cuando la historia avanza hay indefinición y demasiados minutos innecesarios. The Morning Show es una serie que resultaría mucho más brillante con capítulos de 40-45 minutos y no 60, y con una temporada más corta, de 7 episodios en vez de 10, algo que, por cierto, funcionaba a la perfección en La voz más alta. Quedan especialmente de relleno los montajes con alargadísimas canciones que suenan casi completas en todos los capítulos.

En el grupo de productores y guionistas de la serie está Kerry Ehrin, un valor seguro de la pequeña pantalla. En más de 30 años de profesión ha participado en títulos tan referenciales como Aquellos maravillosos años o la mítica Luz de luna a finales de los 80. En los últimos tiempos ha destacado en las imprescindibles cinco temporadas de Motel Bates (2013-2017). Cuento toda esta biografía porque The Morning Show, con sus limitaciones, es una serie con oficio, que sabe insertar tramas, jugar con el espectador, recuperar el hilo conductor cuando parecía que lo había perdido. En esta labor de artesanía han contribuido directores muy prolíficos en televisión como David Frankel (Hermanos de sangre, Manifest), Mimi Leder (The Leftovers, Nashville, Luck), o Lynn Shelton (Mad Men, The Good Place).

The Morning Show tiene giros cómicos y entretenimiento asequible a todo tipo de públicos pero también hace pensar sin aleccionar al espectador. Por otro lado, gracias a las numerosas tramas secundarias (excelentes Billy Crudup, Mark Duplass, Gugu Mbatha-Raw y Marcia Gay Arden), la serie se humaniza en medio de incontables puñaladas en las altas esferas.

Firma: Claudio Sánchez