Silent Hill marcó un antes y un después en el género de los «Survival Horror». Con una propuesta donde la atmósfera agobiante era nuestra peor pesadilla, debíamos adentrarnos en un pueblo maldito que nos haría revivir nuestras peores pesadillas. El terror tomaba forma como nunca y ahora, después de que su debut en PS3 y Xbox 360 no fuera demasiado positivo, llega una nueva aventura: Silent Hill Downpour.

Por: J. Carlos Amador Vigara, Contraste

Estudio: Konami

Plataforma: PS3, Xbox 360

Genero: Aventuras, Survival Horror

Valoración: 8/10 (Diversión: 4/Jugabilidad: 4/Diseño gráfico: 3/Personajes: 4/Guión:4)

  • Acción: 4/10
  • Violencia:5/10
  • Sexo: –
  • Humor:-

Recomendable: +18 PEGI

CRÍTICA:

Conseguir llegar al nivel de los primeros Silent Hill no es nada sencillo. La agobiante atmosfera, la oscuridad, el sonido, la música, la profunda historia… Aquellos sonidos extraños en medio de la oscuridad, dentro de un hotel y con la única compañía de nuestra linterna todavía nos ponen los pelos de punta. Y es que todo tenía un nivel tan elevado, que seguir por esa línea no era nada sencillo. Con la llegada de esta generación, la saga cayó en un pequeño pozo. Homecoming, la anterior entrega, sin ser un mal juego, perdía parte de esa esencia y, con un apartado gráfico más que justo, no acabó de convencer.  Sin embargo, las excelentes juegos de PSP, con Origins a la cabeza, nos hacían pensar en un renacer de la saga.

Nada más lejos de la realidad. Porque Downpour bebe directamente de estas entregas para crear un jugo lo más fiel posible a los grandes de esta saga. Pero, aún así, ¿conseguirá situarse entre los mejores?

Si hay un elemento esencial en la saga Silent Hill es su argumento. La historia, los personajes principales y secundarios, el pueblo… Todo transmite sensaciones increíbles y giros argumentales que nos mantienen enganchados a la pantalla durante horas. Y precisamente este aspecto es uno de los más cuidados en Downpour. Revivimos la historia de Murphy Pendleton, un hombre encarcelado que es trasladado de prisión después de recibir una brutal paliza. Sin embargo, surge un contratiempo en el viaje: el camión que los transporta sufre un accidente. Cuando Murphy despierta está sólo entre la niebla y acaba llegando a un pueblo: Silent Hill ¿Os suena este planteamiento? ¿Y si os recordamos el nombre de Harry Mason? ¿No os recuerda a la primera entrega? Pues así es, porque Konami ha intentado beber directamente de la esencia de las mejores entregas. Con momentos verdaderamente brillantes.

Así, a lo largo de la aventura conoceremos mejor a Murphy, pero también a otros personajes secundarios de lo más misteriosos y ambiguos. Esto irá unido a más de un giro argumental que conseguirá mantenernos en vilo y, como no podía ser de otra manera, deberemos tomar más de una decisión moral que provocará que vivamos uno de los seis finales posibles.

Si bien en el argumento el juego cumple perfectamente, en el apartado jugable no lo hace de la misma manera. El juego plantea la misma situación de otras entregas. Tenemos la historia principal de Murphy, que es bastante lineal, pero también podemos perder el tiempo explorando la ciudad. Aquí es donde entran en juego otras tareas secundarias que aportan más variedad al juego. Estas son sencillas y se activan casi por casualidad, como encontrar ciertos pájaros. Y si bien no suponen ni un reto ni una obligación, nos mantendrán enganchados durante más rato. Además, la buena recreación de la ciudad nos permitirá conocer otras historias y otros casos, pudiendo entrar en ciertas casas donde encontraremos cadáveres y otros misterios. Eso sí, en más de una ocasión nos perderemos y daremos vueltas sin sentido hasta encontrar el camino.

Donde el juego no acaba de convencer es en las fases donde hace aparición la lluvia y, con ella, esa dimensión terrorífica de Silent Hill. Bebiendo directamente de Shattered Memories de PSP y PS2 (aunque en ese caso era el hielo el que marcaba el cambio de dimensión), comenzará una carrea frenética por sobrevivir. Los enemigos, poco detallados, intentarán acabar con nosotros, que tendremos que defendernos con objetos que encontremos, como sillas, tuberías, etc. e incluso alguna arma de fuego. Además, conforme las usemos se deteriorarán, por lo que tendremos que buscar nuevos objetos para defendernos. De todos modos, los combates son algo toscos y no están excesivamente bien realizados. Además, en determinado momento comenzará una secuencia a contrarreloj donde deberemos salir corriendo.

Gráficamente es simplemente aceptable. El pueblo está bien recreado y los personajes también, aunque nada en comparación con otras aventuras. Generalmente, en la mayoría de juegos, los protagonistas son un derroche de polígonos y están perfectamente detallados. Sin embargo aquí no es así. Los escenarios por su parte, tienen ese tono roto y oxidado propio de la saga pero repiten tantos lugares ya visitados que nos dejan con cierto sabor a refrito. Además, el “popping” es constante, con elementos que aparecen en el paisaje de repente y sin esperarlos.

Por último, es importante destacar el apartado sonoro del juego. Si hay un elemento característico de la saga es la banda sonora y los efectos, que han ayudado a transmitirnos esas sensaciones de agobio constante. La marcha de Akira Yamaoka se planteaba como un punto verdaderamente negativo. El encargado de crear todas las bandas sonoras de la saga abandonaba el equipo. De todos modos, la nueva banda sonora y los efectos, sin llegar al nivel de las primeras entregas, cumplen.

En resumen, Silent Hill Downpour es un buen juego de terror. Y más hoy en día. Y es que ya son pocos los juegos que mantienen esa esencia del miedo frente a la acción sin sentido. Por ello, es un juego recomendable como aventura, pero que no acabará de convencer del todo a los fans de la serie. Sin ser un juego malo, ni mucho menos, no llega a la altura de juegos como Silent Hill 2 ó 3. Precisamente, ese es su principal problema, que el listón del a saga es tan alto, que es difícil igualar los resultados de las primeras entregas. Pese a todo, es un buen juego.

En cuanto a su contenido, es un juego claramente destinado a un público adulto. El terror es constante y la atmósfera consigue agobiar de igual manera. Además, pese a no ser excesivamente violento en cuanto a nivel de acción, las escenas son dantescas y poco adecuadas para los más menores.