• Análisis por  J. Carlos Amador | CONTRASTE

Una aventura con alma capaz de hacernos reflexionar sobre la vida y la muerte, las alegrías y las penas.


La crítica del principiante

Si el año pasado fue Gris el videojuego nacional más destacado, este año tenemos más de un título de gran calidad. Además de GyltBlacksad Treasure Rangers, nos llega una propuesta de esas que tienen alma. La dureza de la vida El título comienza con la muerte e incineración del protagonista. Acto seguido, este despierta en una colina y desde ahí irá encontrando recuerdos que nos mostrarán los pasajes más importantes de su vida. Sin necesidad de diálogos ni palabras, desvelaremos las alegrías y penas del protagonista. 

Una aventura atemporal

La propuesta jugable es sencilla, puesto que se trata de un título que combina plataformas con puzles. Sin embargo, un elemento lo diferencia del resto: el uso del tiempo. Podemos adelantar o retrasar el reloj a nuestro antojo sin que nuestro personaje se vea alterado. No ocurre lo mismo con el paisaje, que sufrirá cambios significativos. Esta mecánica nos permitirá resolver los puzles que se nos planteen y donde antes encontrábamos un obstáculo, ahora veremos un camino si adelantamos o retrasamos el reloj. La mecánica del tiempo no solo será útil para resolver acertijos, sino también para enfrentarnos a numerosos peligros, como una serie de espectros que irán a por nosotros en todo momento. Asimismo, iremos descubriendo diversas habilidades del protagonista a lo largo de cada capítulo. Con todo, es un título breve, no excesivamente complicado y que, sobre todo, está pensado para que disfrutemos las emociones, sentimientos y sensaciones que nos quiere transmitir. Algunos capítulos brillan más que otros, pero, en general, todos alcanzan un nivel notable tanto artístico como jugable y de historia.

Lo mejor: Su historia. Es un título con alma. La mecánica del tiempo es muy original.

Lo peor: Algo corto y con una duración escasa.

Conclusiones: Arise: A simple story es un notable título que busca tocar la fibra del jugador. La historia que cuenta nos hace reflexionar sobre la vida y la muerte, pero también sobre la alegría y la pena, la bonanza y la adversidad. Sin ser espectacular en lo jugable, es una propuesta que, por calidad-precio, debemos tener muy en cuenta.