FICHA:
Plataformas: PS4, Xbox
Compañías: Square Enix/Koch Media
Género: Rol, Combate por turnos (Fantasía)
Calificación por edades: +16
Ya funcionó en su día en PSP, y este episodio de la serie rolera con más pedigrí en las consolas reverdece laureles ahora en las next gen. La disputa 
por Orience tiene a los cuatro reinos enfrentados. En el caso del Dominio de Rubrum, el Imperio de Milities le tiene amargado y solo cuenta con 14 Aspirantes y el poder del cristal mágico para defenderse y acabar con los villanos.Estos chicos no solo se han entrenado en la lucha física y en el desarrollo de magias, sino en la camaradería, la organización, la confianza y la lealtad representada por un grupo compacto lleno de virtudes y técnicas variopintas. El jugador será clave en el desarrollo de la estrategia inherente a un equipo de estas características, tomando las decisiones adecuadas y coordinando tanto el ataque como la defensa, pues no todo se queda en la fuerza bruta. De hecho, la acción violenta, aunque existente por las obligatorias peleas, no se recrea en los elementos que caracterizan a otras sagasroleras. Ese no es el objetivo de un juego centrado en el uso del ingenio y la espectacularidad de un mundo único, fraguado con personalidad y cuidado al detalle.
Los luchadores poseen numerosas habilidades y juntos recorren con libertad el gigantesco mundo a su disposición. Con el trabajo en equipo como bandera, ejemplo para los jóvenes que empiezan a crear sus primeros círculos sociales, los luchadores se enfrentarán a villanos por el camino para entrenarse, subir de nivel y, así, llegar preparados a las ciudades sitiadas, la verdadera crema del pastel. Si sus habilidades propias no son suficientes, contamos con un abultado equipo elegido previamente para confeccionar la tropa. También podemos utilizarunos poderosos hechizos que requieren la reunión de puntos y optar por la invocación de seres grandiosos, los eidolones. Con semejantes alternativas, no tendremos rival en esta aventura épica que desde sus primeros juegos ha arrastrado a generaciones al fondo de la imaginación.
Firma: Borja Santos