Separación es la gran sorpresa del año y, para muchos, la mejor serie del momento. El creador es el primerizo Dan Erickson, un director y guionista hasta ahora dedicado a la edición y que, en su primera oportunidad, ha mostrado una imaginación desbordante. La serie es muy distinta a las demás, con algunos elementos visuales del cine de Wes Anderson o los primeros hermanos Coen, el peculiar contexto dramático de series como Homecoming y Black Mirror, y un toque inconfundible a lo Charlie Kauffman y Spike Jonze, aunque liberando a los personajes de la pesada carga de cinismo erotizada de estos cineastas.

La serie exige del espectador paciencia y concentración para reconstruir el complejo puzle que plantea la historia. En el recorrido hay humor y un retrato social del conflicto entre la vida laboral y familiar que propone muchos debates de interés sobre la realización personal, la alienación, el trabajo en equipo y la confianza entre compañeros. Tampoco falta la cuota de ideología de género en los personajes interpretados por dos actores sublimes como John Turturro y Christopher Walken.

Los títulos de crédito de la serie muestran la ambición artística de la serie, que se apoya en un equipo técnico y artístico sensacional. Junto a la formidable veterana Patricia Arquette, cuatro actores de segunda línea asumen los personajes protagonistas con una naturalidad admirable: Adam Scott (Parks and Recreation, Big Little Lies), Briitt Lower (Casual, Future Man), Zach Cherry (You, Most Dangerous Men) y Tramell Tillman (El padrino de Harlem, Hunters). Mención aparte merecen los simbólicos decorados interiores propuestos por Andrew Baseman (uno de los más grandes en este ámbito con series tan influyentes como Mindhunter o The Americans), y la música envolvente y significativa de Theodore Saphiro (La misteriosa Sociedad Benedict), que se convierte en un personaje más de la serie.

Separación ya ha sido renovada para una segunda temporada después del éxito incontestable de la primera. En definitiva, en una de las ficciones más imponentes del Apple TV y de la ciencia ficción actual.

Firma: Claudio Sánchez