Como era previsible, Antena 3 ha acabado absorbiendo a La Sexta. Por 102 millones de euros -la deuda de La Sexta- y contra un 7% de las acciones de Antena 3, que pasan a los capitostes sixtinos. Barato. El término que se usa en la jerga empresarial es ‘fusión’, pero esto es un eufemismo de cortesía: en realidad Antena 3 se ha comido a La Sexta, lo cual forma parte de la vida misma, donde el pez grande, como es sabido, se come al chico. Idéntico proceso ocurrió cuando Telecinco se comió a Cuatro. Lo que hace singulares estos dos casos es que ambas víctimas, Cuatro y La Sexta, no eran exactamente peces pequeños, sino que habían nacido como tiburones del poder. Hay que decir las cosas como son: Cuatro fue una cacicada sobre otra cacicada (convertir en ‘abierta’ una cadena de pago) y La Sexta fue igualmente una cacicada directa (hacer nacer una cadena generalista por ‘ukasse’ del poder). El cacique fue en ambos casos el mismo: el Gobierno Zapatero. Y ya es llamativo que, hundido éste, se hundan también sus criaturas. De todos modos, lo que ha hecho insostenible la supervivencia de Cuatro y de La Sexta no ha sido su filiación política, sino su irresponsable gestión, porque ambas cadenas se lanzaron a una carrera de gasto muy por encima de sus posibilidades. Y a pesar de que una y otra se beneficiaron de una insólita indulgencia crediticia y administrativa, al final la dura realidad de los cuadros contables se ha impuesto sobre cualquier otra consideración, especialmente en una atmósfera como la actual, de severa crisis publicitaria. La pregunta es: ¿Y ahora qué? La respuesta no la conoce nadie. En este momento la flota televisiva ofrece el aspecto de dos enormes portaviones que son Telecinco y Antena 3, un gigantesco galeón que hace agua (la televisión pública, tanto estatal como autonómica) y, alrededor, un montón de pequeñas barquichuelas que pugnan por sobrevivir. Para ordenar esto va a hacer falta que la autoridad (el Ministerio de Industria) actúe con un riguroso sentido de la justicia y del pluralismo. Otro ‘marrón’ para Rajoy.

Fuente: J.J.Esparza, 16-12-2012