Ficha: 106 min. | Comedia Público apropiado: Jóvenes Año: 2016 País: EE.UU. Dirección: Joel Coen, Ethan Coen Intérpretes: Josh Brolin, George Clooney, Alden Ehrenreich, Ralph Fiennes, Scarlett Johansson, Tilda Swinton, Frances McDormand, Channing Tatum, Jonah Hill, Veronica Osorio, Heather Goldenhersh, Alison Pill, Christopher Lambert Los hermanos Joel y Ethan Coen vuelven a transitar el terreno del cine dentro del cine que les valió la Palma de Oro en Cannes gracias a Barton Fink, pero en esta ocasión lo hacen con un tono muy diferente, detrás de la ironía amable se trasluce un auténtico homenaje al viejo sistema de los estudios de Hollywood, una fábrica de sueños que pese a sus inevitables defectos entregaba películas capaces de inspirar, entretener y conmover. No deja de tener su miga que el protagonista sea el jefe de Capitol Pictures, estupendo Josh Brolin, que duda entre seguir en la locura de producir películas o aceptar la oferta de irse a regentar otro tipo de fábrica, una de aviones, que le supondría un horario más humano y unos emolumentos bastante mayores. La excusa argumental es mínima –la estrella de una película bíblica titulada precisamente ¡Ave, César!, estilo Ben-Hur es secuestrado por un equipo de artistas con simpatías comunistas–, y sirve para ilustrar con estupendo sentido del humor la casa de locos de aquella época, los años 50. De modo que vemos cómo es el rodaje en estudio, el montaje con la moviola, el visionado de un copión… Lo que parecía un desastre mientras se rodaba, con un actor que parecía un inútil, en la pantalla cobra inesperada magia… Se nos ofrecen sentidos homenajes al musical, a las figuras caleidoscópicas en el agua de Esther Williams, al western de tono ingenuo… Se apunta la competencia de la televisión… Pululan las gacetilleras en busca de cotilleos, y hay escándalos que resulta necesario tapar… Las películas ofrecen contenidos, y hay que contentar a los representantes de los credos religiosos… Hay guionistas que, tremenda osadía, quieren ofrecer mensajes, algunos representas del peligro “rojo”… Todo eso está ahí, servido por dos cineastas que creen en las películas, aunque sepan al mismo tiempo reírse de esa influencia que ejercen sin lugar a dudas en los espectadores, lo sepan estos o no. Lo que tiene un gran mérito es la unidad que logran con personajes muy diversos y situaciones variopintas, todo casa y sirve a la idea de celebrar a la fábrica de sueños. Firma: José María Aresté