Ficha: 110 min. | Animación | Musical Público apropiado: Todos Año: 2016 País: EE.UU., Japón Dirección: Garth Jennings Desde que de niño escuchó a la gran estrella Nana Noodleman, el koala Buster Moon se enamoró del mundo del espectáculo. Ahora es dueño del teatro Moon, pero todos sus montajes han sido un fracaso y está lleno de deudas. Para salir del hoyo se le ocurre entonces organizar un concurso musical al que puedan acudir todos los que tengan el sueño de triunfar sobre el escenario. Y así irán llegando el gorila Johnny, la cerdita rosita, la elefanta Meena, el ratón Mike, la puercoespín Ash, etc. Simpática película de animación dirigida a toda la familia, donde el atractivo tema de perseguir los propios sueños vuelve a ser protagonista, en este caso en la versión de expresar el talento musical. La cuestión del concurso da lugar a presentar una variada platea de personajes de lo más diversos, pero que responden a modelos universales: la ama de casa llena de quehaceres, el joven que no desea seguir los pasos de su padre, la chica tímida incapaz de ser protagonista, el talentoso pero ególatra figurín, la adolescente rebelde que no encuentra su sitio… Todos ellos tienen su propia historia y dificultades, que se irán narrando convenientemente, pero les une el amor a la música. Siguiendo la estela de la exitosa Zootrópolis, todos los personajes de ¡Canta! son animales, lo cual aumenta el atractivo para los más pequeños y aporta diversidad a los dibujos, de elevada calidad. El director Garth Jennings, responsable de esa estupenda película titulada El hijo de Rambow, debuta en la animación y lo hace con fuerza, pues la película tiene un ritmo excelente y a pesar de que dura casi dos horas el interés no decae, si bien el guión discurre por derroteros más o menos convencionales. De todas maneras destacan las escenas de presentación de los personajes y la de la catástrofe acuática en el teatro. Y además de recopilar un buen ramillete de temas musicales de éxito, tanto modernos como nostálgicos, en otros muchos aspectos la película tiene el aroma de lo clásico, con el idealista personaje de Moon a la cabeza, la anciana y despistada secretaria o con la presencia de la diva Nana, claro trasunto de estrellas legendarias al estilo de la Norma Desmond de El crepúsculo de los dioses. Firma: Pablo de Santiago