Antes de las visitas de Ceausescu, los alcaldes de los pueblos tienen que esforzarse para que sus localidades destaquen y seguir también las órdenes más extravagantes de los activistas más energúmenos del Partido que hacen la inspección previa a la vista oficial. De acuerdo con las reglas internas del Partido Comunista, en las imágenes públicas, el presidente Ceausescu no puede quitarse el sombrero ante los representantes del corrompido mundo capitalista, incluido el presidente Giscard d’Estaing. Los comunistas pretendían haber exterminado el analfabetismo en la nueva sociedad, de forma que muchas personas obtenían su diploma sin haber asistido con regularidad a la escuela. En el tercer episodio, un entusiasta instructor político decide luchar contra el analfabetismo en un pueblo perdido. En el siguiente, un transportista de gallinas decide por primera vez abrir su camión sellado y descubre un vínculo entre los huevos, la Pascua y el amor conyugal. Un policía recibe como regalo de Navidad un cerdo vivo y decide que envenenarlo con gas es el mejor método para matarlo silenciosamente sin que lo adviertan sus vecinos y no tener que compartir con ellos semejante manjar. En la Rumanía de los años ochenta, Bughi y Crina se dedican a embaucar a la gente haciéndoles creer que toman muestras de aire para quedarse con las botellas de vidrio de los vecinos y venderlas.

Historiasedadoro_FichaCiineDirector: Constantin Popescu

Guión: Cristian Mungiu.

Intérpretes: Diana Cavallioti, Radu Iacoban, Vlad Ivanov, Tania Popa, Alexandru Potocean.

Duración: 155 min.

Género: Comedia

Estreno: 17-12-2010

Público: Jóvenes. 

Valoración:

Contenidos (de 0 a 6): Humor 4, Acción 2, Amor 0, Violencia 0, Sexo 0

Crítica

Tragicómica película colectiva rumana con 6 segmentos dirigidos por 5 directores, con guiones de Christian Mungiu. El director de Cuatro meses, tres semanas, dos días rebaja la carga dramática de ese film para dirigir una mirada entre irónica y nostálgica a los últimos 15 años del régimen de Ceausescu y su supuesta edad de oro. Y recoge “leyendas urbanas” en una cultura de apariencias, engaño, corrupción y privilegios.

“La leyenda de la inspección del activista” recuerda a Bienvenido Mr. Marshall: todo un pueblo anda revuelto por una inspección de miembros del partido. “La leyenda del fotógrafo oficial” es casi surrealista, en la manipulación de una foto de Ceausescu para adular al dictador. “La leyenda del instructor político entusiasta” muestra lo iluso que es un acérrimo miembro del partido que quiere acabar con el analfabetismo en una zona rural. Las dificultades para hacer trampa de un hombre corriente configuran “La leyenda del transportista de gallinas”. Literalmente explosiva es “La leyenda del policía avaricioso”, en la que éste acepta a escondidas el regalo de un cerdo. Homenajea a Bonnie and Clyde “La leyenda de los vendedores de aire”, en que las ridiculeces del sistema dan pie a que dos pícaros tomen muestras de agua y aire para hacer una pequeña fortuna.

A pesar del largo metraje de la cinta, se sigue sin cansancio, y con una leve sonrisa en los labios. Las historias están bien hiladas, y laten ideas comunes de fondo en todas ellas, con la crítica a un sistema injusto, que se puede mirar sin ira una vez recobrada la libertad.

Fuente: José María Aresté (Aceprensa, 1 Diciembre 2010)