Eva, una brillante juez, ha dejado en segundo plano su vida personal para dar prioridad a su profesión. Deberá instruir el caso del asesinato de una bailarina de striptease cuyo principal sospechoso es Peña, conocido empresario anteriormente absuelto de diferentes casos de corrupción. Una noche llega a su casa Rocco, gigoló que supuestamente se ha equivocado de dirección, pero que en realidad tiene muchísima información sobre el caso…

 

 

 

Director: Mariano Barroso

Intérpretes: Miguel Ángel Silvestre, Leonor Watling, Nathalie Poza, Joxean Bengoetxea, Helio Pedregal, Adriana Ugarte, José Luis Torrijo, Isabel Mata

Guión: Mariano Barroso, Alejandro Hernández

Duración: 94′

Género: Thriller

Estreno: 10/02/2012

Público: Adultos

Valoración:**

Contenidos (de 0 a 6):

Humor:  0

Acción: 0

Amor: 3

Violencia:  2

Sexo: 3

Crítica:

Mariano Barroso comenzó dirigiendo con fuerza, con la prometedora Mi hermano del alma y la redonda Éxtasis, pero después desgraciadamente su carrera se ha ido hacia abajo.  Los lobos de Washington, Kasbah y Hormigas en la boca no acababan de funcionar, además de que tuvieron una carrera comercial mucho peor. Seis años después de esta última, Barroso vuelve al largometraje con un thriller de carga erótica al estilo de Instinto básico y tantos sucedáneos que proliferaron en el cine americano sobre todo en los 90.

Resulta una buena jugada comercial emparejar a Leonor Watling con Miguel Ángel Silvestre, por su indudable tirón, al tiempo que son dos actores solventes. Barroso arranca con cierta fuerza y si bien su intriga no resulta muy sorprendente, genera el interés del espectador lo suficiente. Además, el elenco de secundarios está bien escogido, y tiene una factura impecable, pues aspectos como la fotografía de David Omedes (Todo lo  que tú quieras) son de primer orden.

Sin embargo, y aunque el desarrollo se sostiene durante la mayor parte del metraje, hacia el tramo final el realizador se empeña en reiterar los encuentros apasionados en la cama de los protagonistas, lo que logra estancar el film. Y después sobreviene un final apresurado, tan poco convincente que la siempre impecable Leonor Watling no parece tomárselo en serio. La sensación final del espectador no es positiva.

 


Fuente: www.decine21.com (10/02/2012)