Ficha: 97 min. | Drama Público apropiado: Jóvenes-adultos Año: 2015 País: Alemania, Francia, Qatar, Turquía Dirección: Deniz Gamze Ergüven Intérpretes: Günes Sensoy, Doga Zeynep Doguslu, Elit Iscan, Tugba Sunguroglu, Ilayda Akdogan, Nihal G. Koldas, Ayberk Pekcan, Bahar Kerimoglu, Burak Yigit, Erol Afsin   Cine de mujeres, dirigido por una mujer, que muestra la atmósfera opresiva en la que puede desenvolverse la vida cotidiana de unas jovencitas turcas, que al modo de los caballos salvajes o mustangs, no se conforman con lo que los usos sociales tratan de imponerles. Supone el debut en el largometraje de la directora francesa nacida en Turquía, Deniz Gamze Ergüven, que también ejerce de coguionista. La acción se desarrolla en un pueblecito perdido de Turquía, junto al Mar Negro, donde viven 5 hermanas adolescentes y huérfanas, al cuidado de su abuela y de un tío. Al llegar el verano y terminar las clases escolares, un juego inocente de chicas y chicos en la playa es considerado por los más rigoristas como un verdadero escándalo, que podría poner en peligro los matrimonios concertados que conviene prepararles, según se acostumbra. La solución a partir de ese momento es mantenerlas encerradas en casa, sin la más mínima concesión, ni acudir a un partido de fútbol con público exclusivamente femenino pueden; pero las chicas, anhelantes de libertad, diversión y experiencias vitales, se rebelarán, cada una a su modo. La cineasta detrás de Mustang tiene familia en Turquía, y viaja con frecuencia a su país natal, por lo que se supone que conoce bien las circunstancias de su país, que de un régimen laico ha pasado en los últimos años a otro islámico moderado. Hay que tener presente tal contexto para entender lo que describe como una suerte de “cuento de hadas con elementos mitológicos”, donde la prisión involuntaria, y los intentos de escapar de monstruos guardianes tienen su importancia. Llama la atención la limitación de movimientos de las chicas y la obsesión de sus mayores por vigilar el ejercicio de su sexualidad, contraproducente e incluso con trágicas consecuencias. Aunque Ergüven dice no haber seguido el modelo de Las vírgenes suicidas de Sofia Coppola, lo cierto es que parece un referente claro, también en cierto componente romántico que mitiga la dureza de lo contado. Firma: José María Aresté