Ficha: 90 min. | Animación Público apropiado: Todos Año: 2016 País: Canadá, España. Dirección: Alberto Rodríguez   Ozzy es un perro que vive estupendamente con su familia humana, los Martins, donde especialmente congenia con la hijita Paula. Pero cuando la familia emprende un viaje de un mes a Japón, se verán obligados a dejar a Ozzy al cuidado de una institución para perros. Elegirán entonces la mejor, el balneario canino Blue Creek, que ofrece todas las comodidades y vida sana que un perro pueda desear… Sin embargo, cuando Ozzy se queda solo, pronto se da cuenta de que los Martins han sido engañados, pues ese lugar idílico es una tapadera y su verdadero destino es una horrible y siniestra cárcel en donde permanecerá encerrado para siempre. Divertida cinta de animación que gustará sin duda a los más jovencitos, especialmente si son amantes de los perros. Dirige el debutante en el largo Alberto Rodríguez (Pocoyó), quien anteriormente obtuvo cierto éxito con su cortometraje La increíble historia de mi bisabuela Olivia, el cual adapta un trabajado guión de Juan Ramón Ruiz de Somavía, curtido en series televisivas como Aída o El hombre de tu vida. El film funciona sobre todo debido su acción continua y a la completa galería de personajes que ofrece, desde el protagonista Ozzy y sus tres amigos de prisión –el cegato e inquieto Fronky, el mudo Doc, el cerebral y desencantado Chester–, hasta sus archienemigos perrunos: el sibilino alcaide y el capo de los internos, Vito. También tiene fuerza la presencia de algunos humanos, como la dulce Paula o el malvado dueño de Blue Creek, Mr. Robbins. Ozzy, estructurada en dos partes muy distintas –más breve en el hogar de los Martins y más extensa en Blue Creek–, ofrece sobre todo diversión y mucha aventura en la prisión, con mensajes de fondo sobre el cariño con los humanos y la camaradería entre animales, y en donde se hacen claros homenajes a míticas películas carcelarias como La gran Evasión, Cadena perpetua o Evasión o victoria. El ritmo y los gags humorísticos, siempre de carácter muy infantil, restan importancia a un diseño visual correcto pero no llamativo, de acabados inferiores a la calidad de la animación de productos hollywoodienses o españoles como Atrapa la bandera. En el apartado interpretativo –no se olvide que aquí estamos ante perros parlantes– destacan las voces de actores de renombre, como Dani Rovira, Michelle Jenner o José Mota. Firma: Pablo de Santiago