Thomas, Linda y su hijo Oskar forman una familia muy unida, que vive en Nueva York. Oskar adora a su padre, y la unión entre ambos es completamente idílica, se compenetran a la perfección. Thomas es joyero y Oskar es un chaval muy, muy despierto, avispado como un adulto, o más si cabe. Sin embargo, un día en la vida de Oskar se convertirá para siempre en «el peor día»: el 11 de septiembre de 2001. Y es que su padre estaba en una de las torres gemelas. Después de la tragedia Oskar está descolocado, no encuentra consuelo en su madre, y tan sólo su abuela, que vive al otro lado de la calle, parece tener algo de conexión con él. Mientras, el hallazgo de una misteriosa llave en el cuarto de su padre puede darle al chaval algo en que ocupar su tiempo: encontrar la cerradura correspondiente. Cada día Oskar recorrerá Nueva York con ese objetivo.

 

 

Director: Stephen Daldry

Intérpretes: Tom Hanks, Sandra Bullock,John Goodman, Max Von Sydow, James Gandolfini, Viola Davis, Jeffrey Wright,Thomas Horn, Zoe Caldwell

Guión: Eric Roth

Duración: 129 min

Género: Drama

Estreno DVD: 11/07/2012

Público: Jóvenes

Valoración: ***

Contenidos (de 0 a 6):

Humor: 0

Acción: 0

Amor: 3

Violencia: 0

Sexo: 0

Crítica:

Tras su brillante debut con Billy Elliot (Quiero bailar) el director británicoStephen Daldry abandonó el mundo infantil para centrarse en la vida de los adultos, con dramones tremebundos como Las horasThe Reader (El lector). Ahora regresa al difícil universo de la niñez, aunque no abandona el terreno más dramático, donde mejor se mueve, y para ello adapta una novela de Jonathan Safran Foer, autor que hizo posible esa extraña joya titulada Todo está iluminado. Con la tragedia del 11-S como pesada atmósfera que lo envuelve todo, Daldry centra su discurso en la paternidad con el personaje modélico interpretada por Tom Hanks, un padre absolutamente perfecto a ojos de su hijo (y del espectador). En realidad, Daldry «usa» ese personaje para imprimir optimismo acerca de la libertad humana, al margen de amargos y supuestos predeterminismos. Las personas somos capaces de dar mucho amor, dice el film, aunque quizá no lo hayamos recibido cuando más lo necesitábamos… Daldry cala hondo además al describir la imposibilidad de nuestra limitada inteligencia para explicar sucesos que escapan a cualquier razonamiento. La metáfora de la llave se manifiesta así como un claro Macguffin que sobrevuela sobre la desesperada búsqueda del sentido de la vida, escenificada en las andanzas del pequeño Oskar.

Con razón puede achacársele a Daldry que quiera conmover demasiado, que se regodee en la pesadumbre. El tema lo exige, claro, pero este enfoque sentimental deliberado «canta» excesivamente en tres escenas concretas donde la congoja se anuda en la garganta del espectador. Quizá eran necesarias o quizá no… cada cual tendrá su opinión. Las interpretaciones son buenas, verosímiles al cien por cien. El chaval debutante Thomas Horn borda su desconcierto absoluto, con esos tics verborreicos y su tozuda e insoslayable búsqueda. Y como ya hizo enCrashThe Blind Side (Un sueño posible) Sandra Bullock vuelve a demostrar que es una actriz maravillosa en el género dramático y desde luego ofrece un colofón maternal para enmarcar (quizá lo mejor del film). Menos justificada parece la nominación al Oscar del veterano y magníficoMax Von Sydow, cuyo papel, aunque muy sentido, también resulta bastante plano.


 

Fuente: www.decine21.com