Ficha: 109 min. | Drama | Comedia Público apropiado: Jóvenes Año: 2016 País: Francia Dirección: Thomas Lilti Intérpretes: François Cluzet, Marianne Denicourt, Christophe Odent, Patrick Descamps, Guy Faucher, Margaux Fabre, Julien Lucas, Yohann Goetzmann   Se suele decir que no hay peor enfermo que un médico. Algo de eso le ocurre a Jean-Pierre Werner, galeno rural, y excelente profesional muy querido por sus pacientes, porque se dan cuenta de que les trata como a personas, y siempre está disponible para atenderles. Pero la noticia de que padece cáncer, comunicada por el mismo médico que es su superior, la encaja de esas maneras. No tiene con quien compartir tan mala noticia –está separado, y no dirá nada a su hijo que está estudiando en la universidad–, y a regañadientes acepta que le envíen a una ayudante, Nathalie Delezia, licenciada recientemente en medicina, y que antes fue enfermera. Por supuesto, no le comunicará el mal que padece, pero es que además, al principio, le pone piedrecitas en el camino de su nuevo destino, como si tuviera celos de que le va a quitar el puesto. Thomas Lilti, director y coguionista, sigue abonado a las tramas que describen la profesión médica, por su formación profesional en este terreno, tras la estimable Hipócrates. Aquí cambia el entorno, de un hospital a la consulta de un médico de pueblo, pero persisten ideas semejantes, como la de la modernización, que influye en el modo de tratar a los pacientes, con el riesgo de que modernos centros de asistencia primaria sean simples proyectos urbanísticos para especular, antes que una meta sincera para facilitar y mejorar el trato de los enfermos. Además, clave en el cine de Lilti, está el factor humano. Y en tal sentido funciona bien la interacción entre los dos médicos, muy bien encarnados por François Cluzet y Marianne Denicourt, su relación funciona como trama principal, de la que penden pequeños casos de pacientes, como el del anciano que Jean-Pierre, por empeño personal, ha procurado que sea tratado en su domicilio, y no en un hospital donde se sentiría enseguida desubicado. El film refleja muy bien como algunos médicos no se limitan a curar un mal físico o a recetar unas pastillas, sino que su labor es más amplia, de psicólogo e incluso de confidente. Y señala con acierto que esto no debería perderse en aras a una eficiencia muy mal entendida. Firma: José María Aresté