Del creador de ToeJom & Earl, nos llega un título descargable «cross-buy» para las máquinas PlayStation que nos invita a volver más humano a un simpático robot. Humor, conversaciones y originalidad en un título muy personal. El tema ha sido tratado en literatura, cine… y también en videojuegos. Doki-Doki Universe nos propone, una aventura carismática y con mucho sentido del humor cargado de buenas ideas que intenta repartir felicidad tanto «in-game» como a los usuarios que decidan probarlo.
Plataforma: PlayStation 3
También para: PS4 Vita
Disponible en: PSNetwork
Desarrollador: HumaNature Studios
Distribuidor: Sony
Género: Aventura, Humor (Abstracto)
Jugadores: 1
Duración: 5-6 horas
Idioma: Textos: Inglés
Lanzamiento: 10 de diciembre de 2013
Edad Recomendada: +12
Valoración: ****
Crítica:
Una de las claras ventajas del formato digital es que permite la entrada de ingeniosas y frescas ideas en la industria del videojuego. Incluso, en ocasiones, abre la puerta a creadores que teníamos olvidados. Doki-Doki Universe es ejemplo de ambas premisas, al traernos una aventura original al tiempo que recupera a creadores como Greg Johnson, uno de los máximos responsables de ToeJam & Earl, el mítico juego de Megadrive.
Ahora se encuentra trabajando con HumaNature Studios, una desarrolladora de origen estadounidense y carácter independiente que se estrena con este título en el panorama del entretenimiento digital. Una obra irreverente, con sentido del humor, sin grandes pretensiones pero que lucha por un hueco en el catálogo de laPlayStation Store. Un lanzamiento «cross-buy» para PS4, PS3 y PS Vita que podemos jugar en cualquier máquina sin coste adicional una vez hayamos adquirido alguna de las versiones.
No es un título que gustará a todo tipo de usuarios. Su concepto es atípico, algo así como una aventura con elementos de simulador social en el que «encarnamos» a un robot que busca algo de humanidad. QT3 ha sido abandonado en un asteroide por su familia humana, lleva esperando cerca de 30 años, hasta que un día un extraterrestre aparece para abrirle los ojos y dejarle ver que no merece la pena aguardar más. Es un modelo anticuado, nadie le quiere, y debería aprender a pensar y comportarse como un humano si no quiere acabar sus días como chatarra.
El robot que quería ser humano
El planteamiento no se puede decir que esté exento de carisma, llevándonos como jugadores a explorar un universo de planetas tematizados, cada uno con su personalidad, desde uno enfocado en las costumbres niponas hasta otro con un toque más africano. Lo que importa es que todos aportan lecciones a nuestro robot: amistad, confianza, orgullo, envidia… a través de los variopintos personajes que los habitan.
A este respecto, Doki-Doki Universe podría definirse como una aventura gráfica en la que importa mucho la conversación, resultando crucial enterarnos de lo que le falta a cada lugareño para actuar en consecuencia. Podría ser un simple juguete para sus hijos, un cómic al estilo «manga» o algo de comer. Nuestro camino para ser más humanos consiste en ir a nuestro inventario y darles justo lo que necesitan. Así cumpliremos todas las tareas pendientes en cada planeta para ir desbloqueando nuevos emplazamientos hasta acabar nuestro periplo, el cual no dura mucho más de 5-6 horas.
La interacción con los personajes es limitada, y la dificultad más bien baja, pero se trata de características que poco importan. La obra es desenfadada, sus diálogos están cargados de humor y hay un toque social «in-game» que hace único al producto. Hacer reverencias, saludar o soltar un beso tiene un efecto distinto sobre cada habitante. Supone un mero detalle, como el de sacudir el mando para crear un temblor, pero aporta una capa adicional de interactividad a la obra.
Nuestro robot se ha tirado cerca de 30 años esperando a su familia. Deberá intentar volverse más humano para volver a ser aceptado. De lo contrario se convertirá en chatarra.
Test de personalidad
Cada planeta posee un número de tareas a completar determinado -dependiendo de sus dimensiones- así como una cantidad de regalos ocultos a recolectar. La progresión existe, y se apoya básicamente en ayudar a todos los personajes del universo Doki-Doki, hallando cuantos más objetos mejor por el camino. Con ello aumentamos de nivel y obtenemos no sólo aún más items, sino también elementos con los que personalizar nuestro planeta de origen, y eso sin contar avatares.
En definitiva, el videojuego está cargado de posibilidades, siendo muy importante que nadie se deje engañar por su aspecto infantil. Es inteligente, con humor adulto. El mejor ejemplo tal vez lo tengamos en los asteroides dispersos en el mapa, los cuales se pueden visitar en cualquier momento. Dentro de ellos, se nos realiza un test. No se trata de algo muy científico, pero sí realmente cómico, con opciones de respuesta tan absurdas como delirantes que sacarán un análisis psicoanalítico sobre nuestra «humanidad».
Se nota, en este sentido, que el autor del cómico ToeJam & Earl se encuentra detrás de la obra. Seguramente, a Doki-Doki Universe le habría faltado una mayor solidez en sus mecánicas, aparte de una mayor variedad, para resultar más atractivo. No obstante, como experimento independiente la propuesta es poco criticable. Es limitado, y muy sencillo, aunque original y con mucha personalidad.
A través de los bocadillos que aparecen sobre los personajes podremos tener una idea de qué es lo que desean. Ayudándoles podremos ganar humanidad.
Desenfado independiente
El videojuego apenas goza de opciones online más allá de intercambiar mensajes con amigos gracias a su integración con Facebook. Pero hemos vislumbrado que hay planetas descargables, dependiendo de la versión que adquiramos. Así, existe la edición estándar (con 18 planetas) por 7,49 euros, mientras que la limitada (con 25 planetas) cuesta 12,99 euros. Luego además tenemos una versión «starter pack» (gratuita) que sirve de introducción a aquellos que estén dudosos sobre si esta atrevida propuesta les va a convencer: contiene el tutorial para ver las posibilidades del título.
La estrategia es adecuada, más si consideramos que no es juego diseñado para la masa. Para empezar, muchos usuarios probablemente considerarán impropio su apartado gráfico.I-wei es el artista detrás de un estilo que no deja indiferente a nadie, bautizado con el nombre de «Deko-Deko» para darnos personajes y entornos que parecen haber sido trazados a mano alzada, con estética deforme, imitando a los dibujos de niños de primaria.
La controversia está servida, pero lo que es indudable es que una vez experimentada la primera media hora uno se da cuenta de que tiene sentido, de que esta dirección es adecuada para las intenciones del programa. Por ello, nos parece uno de los aspectos más positivos de Doki-Doki Universe, un juego que hay que decir que no llega en español (todos los textos están en inglés) y que no tiene un apartado musical que vaya a pasar a la historia, pero que supone un oasis creativo al que los usuarios de PlayStation deberían dar una oportunidad, tanto en PS3/PS4 (versiones prácticamente idénticas), como en PS Vita (que tiene la ventaja táctil, muy a pesar de que presente «tirones», aunque sin suponer nunca un defecto grave).
Fuente: www.3djuejos.com